Ya estamos planeando unas vacaciones soñadas en una isla desierta”. La que habla sobre su novio de año y medio, el martillero Gastón Rossetto, es Sofía Zámolo, la diosa que hace unos días debió dejar Bailando por un sueño. Sin separarse un segundo de su perrito Moly, la rubia insiste en su low profile y advierte: “Todo lo que hago tiene que tener una imagen blanca, muy apta para todo público”. Como cuando hace unos días Luis Miguel le regaló una rosa durante su show en el estadio de Newell’s Old Boys.
–Pero además se dijo que te invitó a su camarín.
–No, nunca fui al camarín. Sí fui al recital, y me regaló una rosa.
–O sea, no llegaron a conocerse.
–Nada que ver. Igual, ojo: me parecería re divertido sacarme una foto con Luis Miguel, tipo anécdota. Quién te dice, uno de estos días...
–Decían que estabas junto a la hermana de Lionel Messi en una lista de acceso al camarín.
–Mirá: llegué justo para el recital y me senté en fila 2. Ni siquiera tuve tiempo de nada.
–¿Te parece guapo? ¿Te gusta?
–Sí, me parece re-buen mozo. Si me regalan una entrada para verlo en los shows que todavía le faltan, por ahí voy.
"Ya estamos planeando unas vacaciones soñadas en una isla desierta”, dice Sofía sobre los planes que tiene con su novio, el martillero Gastón Rossetto.