Cuando Nicolás Cajg se dio cuenta de que no podía dominar su adicción por las apuestas, ya había perdido el departamento que le había regalado su abuela. Lo ofreció para saldar las deudas que había acumulado producto del juego ilegal. A Nicolás todos lo conocen como Cayetano, se hizo popular como periodista trabajando con Andy Kusnetzoff y hoy, desde que su historia de adicción al juego salió a la luz, intenta generar conciencia sobre los peligros de la ludopatía a través de su libro “No va más”.
“Quiero agradecer a Cayetano por compartir su experiencia de vida. Su testimonio de esfuerzo y superación es fuente de inspiración para muchos de nosotros. Hablar es parte fundamental de la solución. La ludopatía era moneda corriente en las escuelas y en los chats de padres, pero por fuera de esos ámbitos no tenía visibilidad, no se hablaba y había mucho desconocimiento. Por eso, nuestro primer objetivo fue sacarlo a la luz e instalar la discusión”, dijo Jorge Macri en el Centro de Educación Inicial Rayito de Sol, en Villa Soldati. Fue en un encuentro junto al Ministro de Desarrollo Humano y Hábitat, Gabriel Mraida, y 40 jóvenes mayores de 16 de clubes barriales, comedores comunitarios, iglesias evangélicas y católicas, que escucharon la historia de Cayetano.
"Me perjudicó mucho saber que uno tiene un casino en el teléfono, en la computadora, en la casa. El objetivo de todo esto es que en alguna familia se converse, se hable del tema. Yo soy un ludópata recuperado. Me la pasé jugando durante más de 20 años. Así perdí mi casa y mi auto, entre otras cosas. Me tocó sufrir mucho", contó Cayetano. Y agregó: "Ésta es una adicción invisible, porque si acá viene alguien borracho o drogado nos daríamos cuenta. En la ludopatía eso no pasa. Yo me crié en una familia en la que el juego estaba muy presente. Íbamos a Mar del Plata al casino. Después le metía la apuesta a todo. Iba a jugar al fútbol con mis amigos y yo gritaba que quienes perdían pagaban la cancha”.
Desde el principio de la gestión de Jorge Macri, la Ciudad les declaró la guerra a los sitios de juego que promovían apuestas entre los chicos. Se limitó el acceso a la red pública de WIFI, se bloquearon 1.243 sitios y se intimaron judicialmente a 14 influencers. También se creó la Fiscalía Especializada en Delitos y Contravenciones vinculados a los Juegos de Azar (FEJA), se brindaron capacitaciones a docentes y se estableció una red de prevención de adicciones y ludopatía en más de 20 clubes, junto a más de 100 iglesias y organizaciones, como la Fundación Convivir, Casa Puerto y Casa Flores. Además, la Línea 108 y Boti brindan atención, contención y derivación de casos. Y hay equipos especializados en el Hospital Fernández para el tratamiento de casos diagnosticados de ludopatía.
“Hay que tener cuidado porque en general te hablan de jugar, y jugar es una cosa distinta a apostar. Hay mil formas de jugar que no necesariamente necesitan de apuestas, y está claro que el problema de las apuestas golpea a todas las edades. Es una pandemia silenciosa”, indicó Jorge Macri, quien además se refirió el dictamen que se logró en Diputados para combatir la ludopatía y la publicidad de las ciberapuestas: “Celebramos que el Congreso Nacional haya dado un paso fundamental en el abordaje de esta problemática, y avance en la misma dirección en la que venimos trabajando”.
Mraida expresó: “En la Ciudad fuimos pioneros en tomar medidas contra la ludopatía infantil y el fenómeno de las apuestas online. Seguimos trabajando todos los días para poner sobre la mesa problemas incómodos y llegar antes. Los chicos y la juventud son una de nuestras prioridades máximas”. Y añadió: “Esto no lo podemos hacer solos: es importante escuchar distintas voces y trabajar con actores clave de cada problemática”.
Jorge Macri finalizó: “También tenemos un problema de adicción al celular. Sentimos que sin él no podemos vincularnos, nos resulta más fácil hablar con los demás a través del celular que mirándolos a los ojos. Así estamos perdiendo un montón de relaciones y sería bueno que cuando nos sentemos a comer dejemos 20 minutos el celular, que hace que dejemos de ver lo que nos está pasando alrededor. Probablemente, la expresión más dramática de ese problema sea la apuesta”.