Después de un 2020 marcado por la pandemia y las clases virtuales, la vuelta a la escuela presencial ha generado todo tipo de reacciones: protocolos estrictos, horarios y restricciones. Un posteo de una mamá de un niño con diabetes que quería asistir a la escuela tuvo eco y el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires aceptó que los padres decidan si enviar o no a sus hijos.
La historia de Pappo de Trenque Lauquen dio la vuelta al país. El niño padece diabetes tipo 1 desde los 2 años y, según su médico, puede llevar una vida normal. El tema es que la diabetes está considerada como factor de riesgo para el coronavirus y no lo dejaban asistir a la escuela.
Hoy el panorama cambió y los padres podrán optar por enviarlos o no: “Las personas adultas responsables de un o una estudiante comprendido dentro de un grupo de riesgo para COVID-19, o que es conviviente de una persona en esa situación, podrán decidir que la o el estudiante asista a su establecimiento educativo para participar de las actividades presenciales que el mismo adopte, aun cuando se encuentran eximidos de la presencialidad”.
Para concurrir a las actividades presenciales “se deberá presentar al establecimiento educativo una declaración jurada en la que se dejará asentado que la decisión ha sido adoptada previa consulta de un/a médico/a, quien habrá explicado las implicancias que puede tener que dicho/a estudiante asista al establecimiento educativo en el marco del contexto sanitario imperante”, informaron desde la cartera educativa.
Con respecto a la documentación a presentar, desde la cartera de Educación informaron a Infobae que sólo se deberá llenar la declaración jurada con el certificado del médico.