La licenciada en nutrición y actriz acaba de publicar su segundo libro, Comer contentos, y está a punto de debutar como conductora de televisión.
“Los nutricionistas tenemos mala prensa. Siempre somos los malos de la película: los que no dejamos comer esto o aquello. Pero no todo son prohibiciones… ¡Comer es un placer que puede resultar saludable!”, asegura Daniela Lopilato (40), licenciada en Nutrición, actriz, mamá de Daira (15) y Benicio (6) y autora de Comer contentos (Planeta), una guía completa para la familia “con tips, consejos y recetas súper fáciles, abordando la alimentación infantil desde la lactancia hasta la adolescencia”, detalla, y avanza: “Muchos colegas me cuestionaron que fui muy generosa con la información, porque comparto cosas que se suelen ver en el consultorio, como juegos para que los chicos a través de la asociación de colores aprendan qué pueden comer en mayor o menor medida. Pero lo cierto es que en un país en el que tenemos un 40 por ciento de niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad, como nutricionista me siento en la obligación de brindar toda la información posible para la prevención”, explica.
–¿Cómo sos puertas adentro a la hora de comer?
–Nada obsesiva. Como cualquier persona, tengo momentos en los que estoy más ansiosa o estresada y sin ganas de cuidarme tanto, lo que de ninguna manera quiere decir que le dé rienda suelta al descontrol. Cuando uno se descontrola no hay vuelta atrás, porque el sobrepeso va aumentando y cuesta mucho volver. Pero tener tres kilos de más o de menos no me preocupa.
–¿Y con tus chicos cómo manejás la cuestión?
–Con mi hija me cuesta un montón el tema de la comida, e incluso al día de hoy me da mucho trabajo que coma variedad de frutas y verduras. Ella se crio con dos hermanos mayores (de parte de su papá) que, tal vez, si no les gustaba algo lo decían en la mesa. Entonces, si sus hermanos no comían, ella tampoco quería hacerlo. Pero con Beni la cosa cambió: le advertí a Daira que ni se le ocurriera decir frente al hermano que no le gustaba algo. Y es así que hoy mi hijo come de todo: apio, coliflor y ¡lo que se te ocurra! Por eso en mi libro hablo de lo importantes que son las conductas de toda la familia a la hora de sentarse a la mesa. Muchos padres me dicen: “Mi hijo come muchas galletitas”; entonces les pregunto: “¿Quién se las compra?” Como adultos somos los responsables de construir buenos hábitos alimentarios en nuestros hijos.
– ¿El resto de los Lopilato siguen tus consejos?
–La que más me consulta es Luisana, a quien a veces se le acaban las ideas. Cuando está en Canadá, como tenemos cinco horas de diferencia horaria, me llama hasta en el medio de la noche. Pienso que se trata de una urgencia ¡y es por una receta!
–A Michael Bublé también le confeccionaste una dieta…
–A Mike le enseñé a comer: le enseñé cómo combinar los alimentos que dan saciedad… Me gusta que el paciente aprenda y luego soltarle la mano para que no sea dependiente de la nutricionista. En cambio, el que pregunta un millón de veces lo que supuestamente ya le expliqué es mi hermano Darío. Me pide que le mande todo escrito por mail.
–¿Sentiste o sentís un prejuicio por ser Lopilato?
–Al principio me pesaba porque iba a un programa de televisión y me ponían una canción de Bublé de fondo, cuando jamás me colgué de nadie. Lopilato es mi apellido. Pero con el tiempo fui demostrando y forjando mi propio camino. Siento que ya pagué el derecho de piso y me gané un lugar: escribí dos libros, tengo dos hijos, ¡me falta el árbol!
–¿Y qué otros proyectos tenés en mente?
–No puedo contar mucho, pero estoy con pruebas y pilotos para un programa de televisión en el que seré la conductora. Espero que mi espontaneidad me ayude porque es algo nuevo. También quiero hacer teatro el año que viene, pero debo ver si me dan los tiempos.
–¿Y en el amor?
–¡Estoy de novia hace seis meses! Venía medio descreída del amor. Cuando te separaste una y otra vez cuesta volver a creer. Después de dos fracasos, pensaba: ‘bueno, ahora me dedicaré a mi carrera’”. Pero encontré el amor sin esperarlo. Es un hombre que me da la paz y contención que necesito, es compañero y me cuida. Moraleja, señoras: ¡nunca es tarde para enamorarse!
Fotos: @fabianuset y @fabianablancophotography
Producción: @mariaquam
Maquillaje y pelo: @cinacostamakeup
Agradecemos al Hotel Villa Isidro (@hotelvillaisidro-villaisidro.com.ar) y @conceptotres