La figura de Multitalent Agency y estudiante de derecho habla acerca de su noviazgo de tres años con Jerónimo: “Me entiende todo y hasta llora conmigo”.
Entre los duros ensayos en el Súper Bailando 2019 y las seis arduas horas de cursada en su primer año de carrera de derecho en la Universidad Di Tella, Lola Latorre (18) cumplió tres años de relación con su novio, Jerónimo (19, a quien le pondera “la capacidad de dejarme llorar y no juzgarme”). Todo en medio de su lucha para ser “una chica normal de mi edad”.
–¿Cómo se conocieron con Jerónimo?
–Él jugaba rugby en Alumni e iba a mi mismo colegio (Saint Catherine’s), pero en la sede de Pilar. Nuestra relación viene de chiquitos. Desde que nos pusimos de novios tenemos una relación súper sana, no somos celosos y comparto mucho con sus amigos porque me hice muy amiga de las novias de su círculo íntimo y armamos un grupo muy divertido.
–¿Fantasean con convivir o es demasiado pronto?
–Somos muy chicos y no tenemos ningún plan, pero soy re familiera y me gustaría casarme a los 26, 27, la edad en que se casó mi mamá. Por supuesto, me gustaría que fuera con él porque siento que es un amor para toda la vida. Y también quiero ser madre joven, pero aún no me puedo imaginar cómo sería.
–Y hasta se van de vacaciones juntos, ¿verdad?
–¡Sí! En enero viajo primero con mis amigas y después sigo viaje a Tailandia con mi novio y su familia. Amamos los destinos de playa y surf.
–¿Ya habían viajado juntos en estos tres años de relación?
–Habíamos ido a Perú, a una zona con muchas olas, y convivimos en una casa divina en la playa. La convivencia fue lo más: somos re compatibles, ambos de Capricornio. No somos de estar todo el tiempo, bailamos, escuchamos música y él me acompaña en todas.
–¿Qué es lo que más disfrutan hacer juntos?
–Surf, que es algo muy reciente porque to-mamos clases juntos. También compartimos largas charlas tomando mate y nos encanta salir a comer. Además, siempre me acompaña con el tema de mis papás porque es algo de lo que me da vergüenza hablar y me cuesta abrirme con mis amigas. Con él tengo la misma confianza que tengo cuando hablo con mi mamá en el baño. Yo a veces me centraba en qué pensaría la gente de todo esto, pero él solo me dio consejos, lloró conmigo y no me juzga.
Fotos: Fabián Uset.