En la casa de Gran Hermano pasa de todo, cómo negarlo. Pero, ¿qué sucede con la vida de los participantes cuando la abandonan porque el público lo decide? ¿Cómo es quedarse afuera del programa más visto del año, que durante la primera gala marcó 32.7 puntos de rating y cuyo promedio no baja de los 30? Tome nota, porque se va a sorprender: a uno intentó seducirlo una vedette en ascenso. Otro confiesa estar enamorado de Camila Bordonaba. Una de las chicas decidió operarse las lolas. Y está la que quiere aprovechar su momento para protagonizar a una malvada. No falta el abierto a propuestas indecentes y el que confiesa que tiene más éxito con las mujeres que Brad Pitt. Conozca a la que llamó Víctor Sueiro para felicitarla y a quien su famoso ex novio le prometió pronta reconciliación. Pase y lea:
“QUIERO SER MALA DE TELENOVELA”. Eso dice Nadia Epstein (25) y, sin ponerse colorada, cuenta que desde que salió de la casa no tuvo propuestas deshonestas. “Antes, los hombres se me acercaban más. Ahora parece que me tienen miedo. Aunque yo no estoy sola. Sí, como todos saben, salgo con alguien a quien llamo Rocky, pero ni loca te voy a decir de quién se trata. Es empresario y estamos muy bien”. Y asegura que no le pesa haber quedado como la “mala” de la casa: “Mucha gente no puede entender que yo hacía un personaje. Reconozco que soy una mina explosiva, de carácter fuerte, pero no mala. La vida me hizo fuerte, dura… El otro día en un boliche me tiraron con hielo, me escupieron y me insultaron. Pero soy una buena mujer. Entré en la casa porque tenía el sueño de ganar y poder comprar un departamento para vivir con mis dos hijas”.
Hay que recordar que Nadia se fue de su casa a los 13, creció en la calle, probó drogas, tuvo con Rodrigo, su primera pareja, dos hijas –Yael (8) y Michelle (7)–, y las nenas hoy viven con sus abuelos. Luego vivió con Ignacio un frustrado matrimonio, que apenas duró tres meses, según ella “porque él llevaba una doble vida”. Reconoce que trabajó como cajera en un boliche, pero que nunca bailó abrazada a un caño, como afirman algunos. Ella asegura que no le interesa la fama, pero admite que le encantaría conocer a Ricardo Montaner. “No me gusta físicamente, pero algo tiene. Es un tipo interesante, seductor, che”. ¿Cómo imagina su futuro? “No me interesa hacer desfiles, ni ser vedette. Sólo trabajar como notera en el panel de Jorge Rial o como la “mala” de alguna novela, algo de lo que ya me empezaron a hablar”. Nadia es consciente de que el público no la quiere, pero al final advierte: “Sé que me odian, pero la gente no sabe que crecí a los golpes. Cuando salí y me agredían tuve ganas de llorar. No saben que recién ahora estoy empezando a disfrutar de la vida. ¿De qué me arrepiento? De no haber podido criar a mis hijas. Pero la vida me va a dar revancha”.
“VOY A OPERARME LAS LOLAS”. Silvina Scheffler (27) ya tiene su pronóstico: “Para mí el ganador va a ser Juan. Yo sólo aspiraba a hacerme conocida para poder ser modelo o conducir un programa. Igual, no soy capaz de hacer cualquier cosa por estar en la tele. Voy a ser siempre la misma, como me piden en Colón, Entre Ríos, mi pueblo. Eso sí, cuando termine Gran Hermano me voy a operar las lolas”.
Sabe que parte del público la tildó de un poco histérica, por la relación que tenía con Pablo en la Casa. Y ahora que los dos están afuera, dice: “No estoy de novia, pero histérica tampoco soy”. Mientras estuvo en la casa sufrió, y mucho. Algunos de sus compañeros la trataron de ladrona y hasta de prostituta: “Por eso, al salir, lo mejor que hice fue ignorar cada mentira y cada agresión que había recibido”. Ahora juega y disfruta de su nueva condición de famosa: “Cumplí el sueño de ir al programa de Mirtha Legrand. Estoy disfrutando a full este momento. Y aunque sigo sola como cuando entré a la casa, con Pablo somos grandes amigos y nos estamos conociendo. El es uno de mis mayores apoyos… ¡y es tan lindo! Lo voy a extrañar, ahora que se va a Gran Hermano Brasil”.
Silvina creció en el campo, en las afueras de La Clarita, otro pueblo entrerriano. Luego logró recibirse de profesora de Tecnología y también es instructora de gimnasia y maestra de grado. “Mis padres no estaban muy de acuerdo con que entrara en la Casa. Ellos trabajan en el campo y mucho no lo entendían, pero era mi sueño y lo respetaron. Ahora están orgullosos de mí y yo espero ofertas: ya saben, para modelo o conductora”.
“AMO A CAMILA BORDONABA”. Leandro Maldonado (22) jura que en la calle aún nadie le gritó ni lo insultó. Y asegura que los hombres sólo le acercan para darle afecto y contención: “Estoy orgulloso de ser heterosexual y no me preocupa lo que la gente pueda llegar a pensar. Muchos creen que soy bisexual, o un homosexual no asumido, pero yo sé lo que soy. En la casa me pareció divertido jugar con la ambigüedad”.
Antes de entrar a Gran Hermano daba clases de danzas brasileñas, fue maestro jardinero y animador infantil, pero ahora sueña con actuar, aunque no desea ser un personaje mediático. Por eso quiere empezar a estudiar teatro. Dice que le gustaría poder dirigir y producir ideas propias para largometrajes. Confiesa que siempre quiso participar de GH, pero en las anteriores versiones era muy chico para presentarse al casting. “Esta oportunidad no la voy a desaprovechar. Cuando estaba en la Casa no extrañaba a nadie. Sólo me importaba ganar para ayudar a mi familia y poner un comedor comunitario para chicos”. Más revelaciones de Leandro post Casa: “Soy muy sensible, por eso muchos dicen que tengo un costado femenino. Pero desde chico tuve un amor platónico por Camila Bordonaba. Estoy muerto con ella. Me gustaría conocerla y decírselo. ¿Aceptará si la invito a salir?”. De su relación con Mariela dice poco: “La quiero, pero tenemos que hablar”. Y de su particular amistad con Sebastián aclara: “Muchos me malinterpretaron. Nunca quise lastimarlo”.
“QUIERO CONOCER A SOFIA ZAMOLO”. Este ingeniero arranca confesando que esa modelo es la mujer más hermosa de la Argentina. Y cuando a Agustín Belforte (28) se le pregunta si está entre sus deseos vivir una historia romántica con Sofía Zamolo, pide discreción. “Pará, que soy bajo perfil, no me vas a armar un quil…”. Aunque por lo bajo reconoce que muere de amor por ella. No es todo. Al joven de Chañar Ladeado, Santa Fe, intentó seducirlo una vedette en ascenso, rubia ella, para más datos. Y parece que logró su objetivo. Aunque él, todo un caballero, jura que nunca va a decir su nombre. “Ojo cómo lo contás”, advierte Agustín, y cuenta que su deseo es ser actor y que para eso estudió con Luis Agustoni y Raúl Serrano. “Sueño con ser un galán como Gael García Bernal”, comenta. Por eso quería ganar el premio, para comprarse un departamento y radicarse en Buenos Aires. De Claudia Ciardone, con quien vivió un affaire en la Casa, explica: “Ya fue, un touch and go, como dice Moria, otro monumento nacional. ¡Qué mujer, ¿no?”!
“ESPERO PROPUESTAS INDECENTES”. Hay una palabra que define el ingreso meteórico de Pablo Espósito (24) al star system: exposición. El recorrido, su procedencia, es igual que los de cualquier hijo de vecino: familia de clase media de Ramos Mejía, en la mitad del cuarto año de Derecho, estudiante de teatro que sueña con ser actor de una tira diaria y un día se anota para participar de Gran Hermano. Lo expulsan de la Casa y explota, hasta ser un semidiós que aparece en cuanta revista y programa se le presente.
–¿Qué hubiese hecho con la plata del premio si ganaba el reality?
–Quizás en este país hay cosas más urgentes que resolver, pero hubiera comprado un lugar para que los perros de la calle tuvieran su casa.
–¿Qué clase de propuestas recibió después de la salida de la Casa?
–En realidad muchas todavía no, porque tengo un contrato con Telefe y no nos da el tiempo.
–¿Pero hubo alguna indecente?
–Ya van a llegar. Chicas, pónganse las pilas (risas).
–¿Aceptaría?
–Si la chica me gusta, sí. Cura no soy.
–¿Fue difícil la abstinencia?
–Mientras estaba Silvina se me complicó. La temperatura subía cuando la abrazaba o le daba un beso.
–¿Cómo hizo para aguantar casi dos meses?
–Imagínense. Me arreglé solito.
–Hay cámaras por todos lados…
–Y bueno, ¿qué iba a hacer? No tenía alternativa.
“SERGIO PROMETIO PERDONARME”. Hay un antes y un después de la entrada de Melisa Durán (23) a la Casa de Gran Hermano. Ella, que disfrutaba de la fama de su novio, Sergio Denis, intentó convertirse rápidamente en celebrity besando y mimando a otro participante. ¿Resultado? Terminó rápido fuera de concurso.
–¿Por qué entró al reality?
–Porque creí que era una buena oportunidad para encontrarme conmigo misma.
–Y se encontró…
–Sí, yo creía que era fuerte, y en la casa me di cuenta de que necesitaba a mi familia y a Sergio. Pensaba en irme a vivir a los Estados Unidos, y estaba en Martínez: no me la aguanté.
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Ella, que antes de la fama estudiaba Comedia Musical y sabía ser la joven novia de Denis, dice que tramó una estrategia para que el voto del público la echara del reality, porque quería irse. Entonces se acercó a Gabriel (21), mendocino, casi boxeador, albañil, coqueteó con él y se ganó el odio del público. Hoy dice: “Cuando salí y me mostraron que dijo que me había besado, no lo podía creer. Porque yo no había hecho nada, lo juro”. Igual quedó señalada como la mujer que engañó al bueno de Denis: “Pero lo máximo que me dicen es que me equivoqué con Sergio. Claro, todavía no me crucé con ninguna fan suya. Cuando pase te cuento”.
–¿Hay posibilidades de reconciliación?
–La posibilidad está. Sergio me prometió que cuando termine GH nos vamos a reconciliar.
“SUEIRO CONFESO SER FANATICO MIO”. Tiene varias versiones, Vanina Gramuglia (27). La de antes de diciembre, que vivía en Quilmes, trabajaba en un local de ropa y les tiraba las cartas a sus amigos para darles una mano. La de la Casa, que duró poco y fue expulsada por “mala mina”. La que vino después de salir de Gran Hermano, que estuvo en boca de todos y llegó a tirarle las cartas al Teto Medina y Adriana Brodsky.
–¿Por qué empezó a tirar las cartas?
–Empecé Parapsicología a los 20, y como me gustó, compré libros de ángeles, que venían con cartas.
–¿Hoy ve al tarot como una salida laboral?
–No lo imagino. Me gustaría trabajar en un programa espiritual y hacer una sección con las cartas para ayudar a la gente.
–Tendría que hablar con Víctor Sueiro...
–Hablé con él después de salir de la Casa. Un día me llamó y me dijo que era fanático mío, que seguía el programa y que tenía ganas de ir a comer para conocernos a mi novio y a mí.
–¿Además de la exposición que da el reality tuvo alguna oferta laboral?
–Sí, me llamó una editorial y me propuso que escriba un libro sobre ángeles. No lo podía creer.
–¿En qué cambió su vida tras Gran Hermano?
–Yo no entré a la Casa buscando fama: me interesaba más el premio. Si ganaba quería comprarme una casa, pero hoy hasta mi novio, Charly (24), tiene su propio club de fans.
–¿Como quién soñaba ser cuando era chica?
–Ser actriz, como Andrea del Boca. Después crecí, cambié, y ¡terminé tirando cartas en la tele!
“TENGO MUJERES COMO BRAD PITT”. Un Fiat Uno gris, un poco maltratado, avanza con Avellaneda como destino final. En el trayecto se prende el grabador y Damián Fortunato (27), rosarino, entrador, suelta la lengua: “La fama ayuda. Mirá, y te lo digo humildemente, yo siempre tuve algo de levante, siempre tuve novia. Pero gracias a Gran Hermano gano como si fuera Brad Pitt”. Damián dice estar cansado, pero confiesa que prefiere no dormir por un año a perderse algo de todo esto que le está pasando: “Hace cinco meses yo iba a la popular de Newell’s como un hincha más, y ahora el Pepi Zapata me pide autógrafos, porque dice que soy el ídolo de la esposa, ja”.
Damián hizo el casting porque había ido a acompañar a un amigo. Pero el que entró a la casa fue él. Tampoco quería fama: en realidad le interesaba la plata, que hubiera usado para comprar un departamento en su Rosario natal. Pero como lo echaron antes de la Casa, y el premio sólo se lo lleva el ganador, no le quedó más que disfrutar de su condición de celebrity. “¿Sabés lo grosso que fue conocer a Maradona, almorzar con Mirtha, viajar mil veces en avión? A Gran Hermano le voy a estar agradecido toda mi vida”, cuenta.
–En un programa de televisión se sugirió que usted había trabajado como taxi boy…
–Sí, por un punto de rating hacen cualquier cosa. No tendría problemas en decir que trabajé de taxi boy, pero no fue así. Si antes de entrar a la Casa tenía un flete y hombreaba bolsas, ¿qué problema hay?
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Esta semana fueron nominados Mariela y Griselda. ¿Quién será la próxima que deje la casa más espiada del país? ¿Qué hará cada una para quedarse? ¿Cuál será la siguiente historia que vivirán los participantes y atrapará a tres millones y medio de televidentes?
El reality comenzó con 18 participantes, y hoy ocho ya están afuera. Damián, Silvina, Nadia, Leandro, Melisa, Pablo, Vanina y Agustín están descubriendo el maravilloso mundo de la celebridad.
Cuando era chica quería ser como Andrea del Boca, y terminé tirándole las cartas al Teto Medina".">
"Cuando era chica quería ser como Andrea del Boca, y terminé tirándole las cartas al Teto Medina".
Soy demasiado sensible; por eso muchos dicen que tengo un costado femenino".">
"Soy demasiado sensible; por eso muchos dicen que tengo un costado femenino".