Sin dudas que Javier Milei vivió una jornada histórica y para el recuerdo este domingo. Es que, ante una multitud, el flamante presidente dio su primer discurso como el mandatario más importante de la República Argentina y recorrió las calles de Buenos Aires, donde reinó la algarabía de gran parte del pueblo.
"Comienza una nueva era", anunció minutos después de jurar en la cámara de senadores ante la atenta mirada de Cristina Fernández de Kirchner, quien presidió la sesión, y recibir la banda y el bastón presidencial de parte de Alberto Fernández.
En las escalinatas del palacio legislativo, Milei afirmó que con su mandato dará "por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive" y comenzará "la reconstrucción del país". En ese sentido, no tuvo pruritos al confirmar que habrá un "shock" inflacionario y un fuerte ajuste que provocará más pobreza y traerá problemas y complicaciones para el empleo.
Sus militantes, que se congregaron hasta la plaza del Congreso, lo aplaudieron a rabiar y se mostraron esperanzados por la nueva etapa que iniciará en la Argentina. Así lo dejaron claro también con la ovación con la que se vio envuelto durante todo el camino hacia la Casa Rosada, donde Milei recibió y saludó a los mandatarios de otros países que quisieron estar presentes en su asunción.
El chileno Gabriel Boric, el uruguayo Luis Lacalle Pou, el brasileño Jair Bolsonaro y el ucraniano Volodímir Zelenski fueron, entre otros políticos, quienes visitaron el país para esta ocasión tan especial.
Tras algunas cuestiones protocolares y la jura de sus ministros, Milei se dirigió a la Catedral para una misa interreligiosa en la que incluso lloró al escuchar las palabras de Jorge Ignacio García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires.
"Somos conscientes de que nuestra casa ha sufrido y sufre muchas tormentas; sufre torrentes de exclusión, de dignidades pisoteadas, de inflación, de grietas, de intereses mezquinos, de desencanto y de sueños rotos”, aseguró el representante de la Iglesia católica.
Y agregó, haciendo emocionar a Milei: “Por eso hoy nos toca a nosotros recordar, reforzar y valorar los cimientos que nos permitieron mantener viva la esperanza en los momentos acérrimos, porque siempre es posible renacer si lo hacemos entre todos”.
Lo que siguió fue una noche de gala en el teatro Colón a la que asistieron diversas figuras del mundo artístico y el arco político. Allí el presidente disfrutó de las óperas de Verdi y Bizet, el Himno Nacional y la Balada para un loco interpretada por Raúl Lavié.
Una jornada sin dudas inolvidable para el primer mandatario argentino, quien debutó en el cargo con una agenda plagada de eventos.
