El Palacio de Buckigham dedicará una muestra especial a la relación de la familia real con los animales.
La realeza británica hará una exposición de sus mascotas. La muestra se realizará durante el verano europeo, época en la que usualmente el Palacio de Buckigham abre sus puertas a los visitantes. El objetivo es mostrar el compromiso de la familia real británica con los animalitos.
Así lo explicita en un apartado de su página web la Fundación Royal Collection Trust, organizadora de la exhibición. Allí deja en claro que “la familia real siempre ha apoyado el bienestar de los animales”. Especialmente la reina Victoria, quien “en un tiempo en el que la práctica de cortar a los perros el rabo o las orejas estaba muy extendida, la prohibió en las perreras del palacio”.
Sin embargo no es la única integrante de la realeza que ha tenido una estrecha relación con las mascotas. El amor de la reina Isabel II por los animales ha sido retratado en reiteradas oportunidades. Su fetiche son los perros de raza Corgi desde que su padre, el rey Jorge VI, le regaló uno cuando tenía 18 años. Tal era el cariño que sentía por Susan, como la había llamado, que hasta la llevó a su luna de miel cunado se casó con el príncipe Felipe de Edimburgo.
Susan fue la matriarca de los Corgis que tuvo la familia. El último descendiente era Willow, que falleció el año pasado. Algunas obras de arte sobre estos famosos canes formarán parte de la muestra. También se podrán observar la jirafa que Egipto le regaló a Jorge IV o los caballos que hacen posible el Desfile del Estandarte.
La noticia llega luego del anuncio de que la Reina Isabel II dejará de vestir pieles. La grata novedad fue celebrada por la asociación animalista PETA.