El caso Lucas González, el futbolista de 17 años tiene conmocionado al mundo del fútbol juvenil argentino tras haber sido baleado en la cabeza por al menos un policía de la ciudad de Buenos Aires, que le causó muerte cerebral.
El joven de Barracas Central, quien falleció este jueves por la tarde, se encontraba circulando junto a tres compañeros en un vehículo Volkswagen Suran por el barrio de Barracas cuando policías de la Comisaría C4 comenzaron a disparar contra ellos.
Según contó la policía, el vehículo había embestido a un móvil policial cuando se lo intentó detener en el cruce de la Avenida Vélez Sarsfield e Iriarte.
Cronología de los hechos
Según detallaron los padres de Lucas, el futbolista salía de entrenar del club Barracas con cuatro compañeros, quienes fueron a probarse porque en el club estaban buscando chicos, “había prueba de su categoría”.
“Él estaba en el club hace algunos años, acompañó a sus amigos que son de Florencio Varela. Cuando salieron de entrenar pararon a comprar un juego, en ese trayecto que suben, porque hasta la señora del kiosco nos dijo que pararon, que se los veía bien, contentos, que venían escuchando música", aseguró Cintia López, madre de Lucas González.
Asimismo, López señaló: "Por lo que sabemos, los paró un auto con cuatro policías. Uno de los padres de los chicos nos contó que ellos pensaron que los iban a asaltar, aceleraron y en ese trayecto le dispararon a mi hijo".
A su vez, la madre indicó que su hijo todos los días se levantaba temprano para ir a entrenar, y que volvía a tomar una siesta para a la tarde irse a la escuela, “se cambió de turno para la noche para que pudiese ir a entrena”, recordó afligida.
Luego del fallecimiento: la reacción de los padres
Por su parte, el padre de Lucas, Mario González remarcó: “Nos vamos a encargar de esclarecer todas las cosas, no les tenemos miedo a nadie, vamos a ir para el frente porque somos humildes”.
En ese marco, el padre señaló con indignación: "Quisieron instalar que Lucas tenía un arma, pero lo único que tenía mi nene eran los botines y las canilleras. Nunca hubo balaceras, ¡fue víctima de gatillo fácil!"
"Estaban de civil, sin chalecos, sin chapas, sin uniformes y sin identificación… A Lucas lo acribillaron", remarcó Mario sobre los policías de la Ciudad que atacaron a su hijo y sus amigos.
Continuando con su relato, González detalló que un cuerpo de la Brigada de la Policía de la Ciudad le dijo a su mujer que estaban “completamente arrepentidos y avergonzados de lo que había pasado, y que quedaban a disposición, como si no hubieran sido ellos mismos quienes me lo devolvieron así", sentenció.
Finalmente, se refirió a los prejuicios sociales en el país, "esto pasa porque es un pibito que le gusta andar bien vestido, usar viserita y zapatillas, porque estamos marginados, porque somos humildes y piensan que somos basura".
