La familia real de Inglaterra quedó envuelta en un nuevo escándalo, ahora al trascender que Isabel II habría presionado al gobierno de Edward Heath en 1973 para que cambiara un proyecto de ley con el objetivo de ocultar su fortuna privada a los ciudadanos de Reino Unido.
Una investigación periodística del diario The Guardian pone un manto de sospecha sobre la realeza al sostener que un abogado privado de Isabel II presionó a los ministros para que modificaran el proyecto de ley y evitar así que salieran a la luz sus acciones en diversas empresas.
En definitiva, el gobierno incluyó una cláusula a la ley que eximía a jefes de Estado hacer públicas las empresas en las que invertían.
La exención se concedió de inmediato a la empresa Bank of England Nominees Limited, operada por personas de alto nivel del Banco de Inglaterra. The Guardian cree que dicha exención ayudó a ocultar la fortuna de la reina hasta, al menos, 2011.
El acuerdo se ha descubierto en el marco de una investigación sobre el uso por parte de la familia real del llamado "consentimiento de la reina", un procedimiento parlamentario "para influir secretamente en la formación de las leyes británicas", dice el diario, desde el que sugieren que este proceso le ha permitido a Isabel II y a sus abogados presionar en secreto para lograr cambios legislativos como el mencionado.
