La grave denuncia de la árbitra Bianca Tedesco destapó un escándalo en el básquet argentino. La mujer publicó una carta en sus redes sociales exponiendo los difíciles momentos que vivió a lo largo de su carrera por situaciones de acoso sexual y hostigamiento, que la llevaron a tomar la decisión de dejar el arbitraje.
"Me encuentro sentada frente a la pantalla y mis dedos se mueven en lo que parecen ser un montón de cuadraditos de plástico mientras por dentro se desata un tsunami que distribuye con fuerza mis emociones hacia diferentes partes de mí", comienza el texto de la jueza. Y continúa: "Me resulta injusto que sea de este modo porque, si bien es algo que está pensado, no es lo que quería. Una vez más, el sistema me impulsó a tomar una decisión pero, afortunadamente, esta vez se basa en mis ideales".
"Me robaron hasta las ganas, se apropiaron de mis sueños al dormir, también me despertaron de la tortuosa realidad de la que fui parte durante casi 13 años. Tenía pensado un retiro cerca de mis 50 años, por lo menos. Pero para eso era condición sine qua non continuar silenciada, sometida, apagada y viviendo para otros", sostiene.
La ex árbitra en la Liga Argentina y el Torneo Federal dio detalles del "miedo" que sintió de realizar la denuncia: "Sentí miedo (mucho) por quedar expuesta a ser la quilombera, la atorranta, la puta, la torta resentida. También por quedarme sin mi mayor fuente de ingresos pero, por sobre todo, por abandonar el barco de la pasión que me sostuvo desde el momento en que, con mis pocos 7 años, entré a un rectángulo de juego y jamás quise salir. Incluso ahora tampoco quiero, pero no me queda otra opción".
"Lamentablemente hay quienes siguen sosteniendo que con opresión, hostigamiento y mucho daño mental es como se llevan adelante los proyectos, las ideas y los sistemas. Ya no puedo formar parte de eso, ya no concibo ser sometida en pos del beneficio de unos pocos o de unas pocas", agregó.
Tedesco, que ya realizó la denuncia penal correspondiente, apuntó directamente contra la cúpula del arbitraje y aseguró que hicieron "creer que la idea es construir en base al trabajo, pero quienes estamos dentro sabemos que realmente llegan las personas que duermen en la misma cama o que hacen favores para el rey de la cúpula".
"Me eriza la piel recordar vivencias, mensajes, audios, situaciones de acoso sexual que naturalicé creyendo "está bien que esto suceda" o "si quiero seguir dirigiendo voy a tener que soportarlo, no queda otra". En realidad sí quedaba otra, pero era demasiado dolorosa la opción de reconocer lo que había vivido y aprender de eso para comunicarlo. De acá a mucho tiempo seguiremos siendo las conventilleras que abren la boca para hacer quilombo, y realmente lo agradezco (lo del quilombo, claro). Si estas conventilleras no se expresaran, nos seguirían violentando, hostigando, violando, acosando, silenciando, sometiendo y matando", afirmó.
Y concluyó: "Si hoy hablo es porque no puedo más. Porque mi salud mental pasó por estados que no son directamente proporcionales con la exigencia de mi trabajo, sino con el hostigamiento y acoso sexual que recibí en un ambiente netamente machista e injusto para quienes sólo quisimos trabajar y hacerlo bien. Hoy no me queda otra que dar un paso al costado, al menos por un tiempo. Desde donde esté, construiré siempre para que otras personas no sufran lo mismo que yo aunque no pueda evitarlo. Al menos, si sucede, que sepan que no están solas y que el poder ejercido de manera desigual y ofensiva es opresión, es abuso y hostigamiento".
El comunicado de la CAB tras la denuncia
La Confereración Argentina de Básquetbol se hizo eco de la denuncia por violencia de género de Bianca Tedesco y a través de un comunicado informó que activó el protocolo interno correspondiente y suspendió al denunciado.