Esta semana Julieta Prandi volvió a pedir justicia por su familia. Desde que se separó de Claudio Contardi, el padre de sus dos hijos, su figura se vio envuelta en reclamo tras reclamo, ya que los tiempos que maneja la Justicia son muy diferentes a los de la cotidianeidad.
Esta semana, Prandi escribió un contundente mensaje en Twitter para pedir que, de una vez por todas, comience el juicio. Aparentemente, el inicio se postergó porque los dos hijos, ambos menores de edad, están involucrados.
En diálogo con Poco Correctos, la nueva apuesta de eltrece, Julieta contó cómo viene la causa. “Son varias aristas: por un lado está lo penal, porque esta denuncia contra el padre de mis hijos tiene casi dos años, que fue cuando yo me animé a hacerla en realidad, porque los hechos ocurrieron mucho antes y tiene que ver con abuso sexual, entre otras cosas", detalló.
"Un fiscal ya dijo que la causa tenía que elevarse a juicio, el Juez y la Cámara de Apelaciones también lo dijeron, pero pasó a Cámara de Casación porque el padre de mis hijos sigue apelando. Lo cierto es que ya se tiene que fijar una fecha para el juicio porque yo necesito un poco de Justicia”, rogó en cámara.
Al mismo tiempo, explicó que ella pasó por todo tipo de pericias que su exmarido se negó a hacer. "Yo me tengo que seguir revictimizando y él no tiene ninguna consecuencia”, planteó, enojada con el sistema.
“La causa está en San Isidro, en el Juzgado 2, llevamos casi 5 años. Ahí está todo: mis bienes que no se dividieron todavía, los bienes de la sociedad conyugal, la deuda de alimentos de casi 5 años que no tiene consecuencia alguna", dijo, incisiva.
Además, detalló que Claudio Contardi arrastra una deuda desde el 2019, que está reclamando desde hace 6 meses ante Justicia para poder cobrarla. “Yo tengo la suerte de poder contar lo que me pasa, estoy agotada, esto me drena la energía y es un poco la estrategia de la otra parte, estirarlo todo lo que se pueda", aseguró, para nada ingenua.
El vínculo de los hijos de Julieta Prandi con su padre: por qué eligen no revincularse
Uno de los temas que más preocupa a Julieta Prandi es la situación de sus hijos, ya que mientras esperan a la Justicia, ellos no tienen ganas de revincularse con Claudio Contardi, su exmarido. "Los psicólogos de mis hijos avalan su decisión", marcó.
“Los chicos pasaron mucha violencia y no quieren volver a verlo. Están en tratamiento psicológico que, por supuesto, lo necesitan pero que también lo exige la Justicia. Y deberíamos pagarlo los padres, pero él no lo paga. Entonces los psicólogos aconsejan la no revinculación porque los chicos no quieren. Ya no es mi palabra, es la palabra de los menores que la tienen que escuchar, pero es un calvario”, planteó, del lado de sus dos hijos.
Recapitulando la historia, repasó: "Cuando me separé pasé todo tipo de miserias, cuando me fui de mi casa no tenía dinero para bancarme sola porque él lo retuvo todo, entonces alquilaba un departamento. Estuve 2 años casi sin conseguir trabajo y sin cobrar un solo peso, endeudándome y bancando todo sola. Mientras él a su vez, alquiló mi casa del barrio privado de Escobar y se fue a vivir a mi casa de Martínez, con ese dinero él se daba la gran vida y mientras no pagaba alimentos".
Al igual que Thelma Fardin, volvió a hacer hincapié en cómo el proceso de la búsqueda de Justicia deteriora aún más a la víctima. “Necesito paz y además Justicia, ya no quiero pensar mal, pero no tengo más paciencia”, compartió.
Julieta Prandi contó cómo logró salir adelante: "Todos los días me reconstruyo y me levanto"
Julieta Prandi tuvo un proceso de sanación que aún hoy continúa, ya que fue tanto el desgaste físico y emocional que todavía no logró pararse con estabilidad de nuevo. "Estuve mucho tiempo reprimida, suprimida, rebajada por el miedo y por el maltrato psicológico, verbal, físico y por el abuso", le confió a la audiencia del programa.
"Yo no me iba por miedo, pero en un momento fue tanto el miedo de que les pase algo a mis hijos que arranqué y me fui, como pude. Sin embargo, no soy ejemplo de nada, todos los días me reconstruyo y me levanto, pero sé que represento a muchas mujeres”, aseguró, resiliente.
Su proceso no fue de un día para el otro, ya que comentó que primero la asaltó la depresión, y luego se concentró en idear un plan de "huída que tardó como 3 años". "El último año que convivimos fue un infierno y cuando empecé a ver el miedo en los ojos de uno de mis hijos no dudé más y me fui”.
“En ese momento yo estaba alejada de mi familia, no me hablaba con mis padres ni con mi mejor amiga, porque él la había amenazado con que la iba a matar", relató con horror.
"Me endeudé, pedí un préstamo en el banco, porque estos psicópatas te van limitando económicamente. Cuando yo estaba embarazada firmé un poder administrativo general, y él cobraba mi sueldo", explicó.
