El 2020 no fue el año que Juana Viale (38) planeó. Sin dudas, la actriz no imaginó que una pandemia iba a provocar que ella quedara como conductora fija –y durante casi todo el año– de Almorzando con Mirtha Legrand y de La noche de Mirtha (eltrece), los dos programas históricos de su abuela, Mirtha Legrand (93). Pero sucedió.
Y ahora, Juana dialoga sobre los meses que pasaron. "Tardé seis meses en ver a mi abuela. Igual que a mis padres, a mis hermanos y a mis amigos. Y mis hijos varones no pudieron ver a su papá durante todo el confinamiento, porque es chileno y vive allá. Pasaron muchas vidas en esta cuarentena", arrancó confesándole a un periodista de Clarín, y continuó: "En estos meses aprendí a soportar el extrañar mucho a mis seres queridos. Siempre me apoyé en mi familia, en mi mamá, en mi papá, en mis hermanos, y extrañaba abrazarlos y compartir una comida. También extrañaba que alguien me aguantara a mí...".
Por otro lado, reconoció que este año lo que más le dolió fueron las críticas que recibió: "Me dolieron mucho. Me dijeron golpista, gorila. Y no soy ni golpista ni gorila. Me afectaron, claro... ¡Yo lloraba! Después, decía: 'Esto no puede ser', hay que darle una vuelta de tuerca para mí y para mi sensibilidad. La gente no puede decir cualquier cosa que se le cruza por la cabeza”.
¿Si la experiencia la hizo más fuerte? Ella dice que no lo sabe, pero está segura de haberse armado “un buen escudo, ese cuero de chancho que uno va adquiriendo".
Además, volviendo al tema de las críticas, sumó: "Me pasó más que nada en los primeros meses, porque yo era muy nueva. Después pensé: 'A mi abuela le han dicho todas las palabras del diccionario y las que no existen también. Y ella siempre estoica'”. Sin dudas, su abuela sigue siendo su ejemplo.