“Sex para mí no es una obra de teatro”, dice José María Muscari en +GENTE sobre el éxito teatral que persiste en cartel luego de cuatros años y que ya vieron 150 mil espectadores. Y sigue: “Es una experiencia que incluye teatro, música, performance, tiene un montón de condimentos, pero no es una obra de teatro en sí”. El espectáculo, una mezcla de cabaret, performance y experiencia participativa, se estrenó en 2019 y tuvo que adaptarse para sobrevivir en la pandemia. La diversidad corporal y la fusión de elencos son factores imprescindibles en la obra creada por Muscari.
Primero fue Sex virtual, a la que el público accedía a través del celular o la computadora. Después Auto-Sex, una experiencia en modo autocine. En 2021 volvió al Gorriti Art Center bajo los protocolos de seguridad sanitaria a raíz de la pandemia. Y el año pasado llegó a su pico con temporada en Carlos Paz, gira por el interior y exterior, con un elenco propio en Madrid. A lo largo de la vida de Sex, Muscari reflexionó sobre los cuerpos que quería mostrar, las edades de los actores y actrices y hasta de su propia mirada sobre el sexo.
“No te imaginas la cantidad de devoluciones de gente que nos escribía que decía ‘a partir de lo que vivencié en Sex me empecé a preguntar si no me gusta algo diferente de lo que siempre creí que me gustaba’ o ‘me anime a decirle a mi mujer que tengo ganas de experimentar tal cosa’, o ‘me animo a decirle a mi novio que quiero que tengamos relaciones de esta otra manera’. Sex es como una compuerta que se abre para ayudarte a pensar desde un lugar deconstruido”, reflexiona el dramaturgo en diálogo con Celeste Montanari en la segunda temporada de +GENTE.
Gente: ¿Cómo fue evolucionando Sex todo este tiempo en cartel? ¿Qué cambió de tu mirada?
José María Muscari: Aprendí un montón a lo largo de estos cuatro años de Sex. Es muchísimo más deconstruido el espectáculo que hacemos hoy. Es muchísimo más diverso. Hace cuatro años seguramente hubiera habido bullying para un montón de personas. Hoy si subo una foto en donde uno de los cuerpos diversos está en primer plano o expuesto de la misma manera que un cuerpo hegemónico, ya nadie se anima a ejercer el bullying que le sale de adentro hacia ese cuerpo diverso. Porque sabe que es cancelado. Pero hace cuatro años atrás era mucho más probable que determinados actores y actrices no se animaran a un espectáculo como sexo porque sentían que no había un cuerpo social que lo sostenga.
G: ¿Creés que las cosas cambiaron en los últimos años?
JMM: Por suerte sí, esa diversidad avanzó un montón (...) El verano pasado, cuando llevamos al espectáculo a Carlos Paz, yo lo llamé a Juan Palomino para protagonizar la obra y él me dijo: “Pero José, yo no estoy para Sex. Engordé 20 kilos para hacer a Maradona, no puedo actuar Sex”. Y yo dije: “Juan yo te estoy llamando más allá de qué cuerpo tenés. No es que hay que tener un cuerpo determinado en Sex”. Después se lo pude explicar y el vino a ver la obra y dijo: “Obvio que puedo hacer Sex. Me encanta y lo voy a hacer”. Y estuvo genial que el protagonista de Sex durante el verano en Carlos Paz sea un tipo como Juan Palomino, que quizás tenía 20 kilos de más porque estaba filmando Maradona. ¡Qué me importa a mí!
G: ¿Cómo es tu relación con tu propio cuerpo y cómo cambió a lo largo del tiempo?
JMM: El cuerpo es mi debilidad, en el sentido de que siempre soñé tener un cuerpo que no tengo. Siempre tengo una dicotomía que la analizo bastante en terapia, que a veces me pregunto si es que quiero tener otro cuerpo o, en realidad, quiero para mí mismo los cuerpos que yo miro. Si bien estoy mucho más amigado con el cuerpo y la evolución que pude ir logrando a lo largo de estos años con un montón de trabajo sobre mí mismo, todavía tengo algo no resuelto. Es muy personal la respuesta, sí. Después yo te puedo dar una visión que creo sobre los cuerpos en general. Es que para mí no hay un tipo de belleza, no hay un tipo de cuerpo. Eso que a mí me encanta a otro no le gusta. Me parece que lo que está buenísimo es poder entender que el cuerpo es solo un lugar y que el cuerpo es como un envase. Es como un restaurante: yo te llevo y quizás a vos te encanta y lo llevo a otro amigo y no le gusta. Me parece que está bueno entender eso lo que me parece que sí, por suerte sucedió con el transcurso del tiempo que antes estábamos muy condenados a solamente un tipo de restaurante y ahora ya entendimos que hay tantos restaurantes como cantidad de personas existen en el mundo y está bueno habilitar y habilitarnos a esa diversidad de paladar.
G: ¿Qué nos falta para llegar a esa diversidad corporal?
JMM: Hay que entender que más o menos músculo, más o menos kilos, más o menos rollos, no significa nada positivo ni negativo para nadie. Sacando el cuerpo en relación al tema de la salud y la gordura, porque obviamente está bueno tener un cuerpo saludable, pero si tu cuerpo saludable tiene 10 kilos de más que el que tiene al lado, me chupa un huevo y me parece que debería ser así. El cuerpo no debería ser tema para nadie. Es una cosa antigua, como con quién se acuesta el otro. Es antiguo andar preguntándose con quién se acuesta el otro, qué tiene entre las piernas el que se acuesta con la persona que vos conocés. ¿Qué te importa? Tiene lo que al otro le gusta.
¡Mirá el episodio completo de José María Muscari en +GENTE!
Redactó para GENTE: Gabriel Orqueda.