Quizás a sabiendas de que 2023 es un año electoral o tal vez solo por un instinto inconsciente, para provocar con los temas de la coyuntura, este año José María Muscari estrenó Plagio, una obra que narra la historia de un candidato a presidente y de su asesor de campaña, que al mismo tiempo y en secreto es su pareja. La obra tiene cuatro elencos, dos de las cuales son protagonizadas por duplas del mismo sexo: Inés Estévez con Malena Solda y Diego Ramos con Nicolás Pauls.
“Los personajes candidatos a presidente están casados para la fachada, para la popu”, explica Muscari en su charla con Celeste Montanari para +Gente. “En Plagio hay un momento que el personaje de Inés Estévez le dice a su amante, a su pareja en la oscuridad, su asesora política: ‘¿Vos creés que si yo hoy salgo y digo que, en lugar de amar a un hombre, amo a una mujer, todos los que hoy me van a votar me votarían igual?’”, cuenta.
Gente: ¿Y vos qué crees?
José María Muscari: Y es obvio que no. ¿Vos creés que nosotros tenemos una sociedad preparada para que venga un hombre a presidir la Argentina y en lugar de amar a una mujer ame a un hombre? Yo creo que de la boca para fuera sí, pero en concreto, en el momento de meter el voto en la urna, no lo van a meter. Va a aflorar algo que les viene legado y van a elegir a una heterosexual, más allá de sus valores políticos.
G: ¿Cuánto creés que avanzamos en lo que respecta a las representaciones de la diversidad desde cuándo empezó tu carrera?
JMM: Bueno, yo soy un hijo de los años 90. Nací en el 76, por lo cual en mi adolescencia expresiva estábamos en los 90, la época de Ave Porco. Siempre quise pertenecer al mundo del espectáculo y mi pulsión era creativa, entonces dentro del mundo del espectáculo habiendo estudiado teatro y trabajando en la tele, en la radio, en la televisión ser gay no es un problema. Ahora siempre me hago la pregunta: ¿Qué hubiera sido de mi vida si mi verdadera pulsión no fuera artística? Si hubiera tenido la pasión de ser jugador del fútbol, no sé si hubiera podido ser tan feliz, tan dinámico, tan verdadero y tan sincero como lo soy.
G: ¿Por qué crees que todavía hay futbolistas que no pueden salir del closet?
JMM: Hay un texto en Plagio que lo dice el personaje de Inés Estevez: “Los clubs no contratarían jugadores gays porque cuando un jugador gay mete un gol gritarían ‘gol’ y el resto de la hinchada gritaría ‘puto comilón’”. Creo que hay lamentablemente una deconstrucción que es de la lengua para afuera. Hoy en la cancha puto sigue siendo usada como insulto cuando un jugador juega mal. Entonces, ¿cómo van a aceptar que un jugador sea gay si usan “puto” como insulto?
G: ¿En el contexto del fútbol lo tienen todavía más permitido?
JMM: Es una deconstrucción que todavía no pudieron hacer. Un montón de tipos que van a la cancha y que seguro después en su casa, en su vida, con sus hijos y su mujer son deconstruidos. El problema es que todavía en ese contexto sigue aflorando lo peor de su machismo.