Varias veces surgió el debate de qué es mejor, si cantidad o calidad. La respuesta es muy sencilla: depende de los gustos y preferencias de cada pareja.
Siempre se instaló el concepto de que cuantas más veces tenés relaciones es mejor, pero la clave de la felicidad es muy personal y cada relación sabe lo que le sirve o no para tener una pareja saludable.
Muchas veces sucede que una de las dos partes no está interesada, o no quiere por cansancio, y es difícil congeniar y concretar que ambas partes cumplan con sus expectativas sexuales.
Por eso, los especialistas confirmaron que no tiene que ver con la contabilidad y la frustración que genera “tener relaciones menos veces que el común denominador”, sino satisfacer lo que ambas personas de la pareja necesitan, y siempre concluyen en que es la calidad.
Según la licenciada Cecilia Ce, en diálogo con Infobae “es bastante común que las parejas discrepen en la frecuencia sexual, es decir, que presenten diferencias entre lo que cada uno considere una frecuencia de relación sexual ideal”.
Para ella, lo ideal es preguntarle al otro con qué frecuencia se siente satisfecho y aceptar que desee diferente. Bajar la expectativa de que el otro se amolde es importante para promover un espacio que instale el diálogo.
Por último, Cecilia sumó que es fundamental preguntarle a la pareja cómo funciona su deseo, cuándo está más disponible, cuándo es mejor momento.
“Algunas estrategias para evitar que la pareja se desgaste o se rompa cuando uno tiene mucho más deseo que el otro, se basan en encontrar espacios para canalizar ese deseo, aunque sea por fuera de la pareja. Esto puede ser con ejercicio físico, masturbación o con un acuerdo de relación abierta”, concluyó.