El fuego arrasó una superficie de ocho millones de hectáreas dejando un penoso saldo histórico: se calcula que murieron mil millones de animales salvajes. Es por eso que hoy el mundo se une para ayudar a los que quedan.
1) En uno de los Estados más afectados por la ola de fuegos, Nueva Gales del Sur, lanzaron más de dos toneladas de vegetales desde helicópteros para suplir la ausencia del alimento natural.
2) Asociaciones de todo el mundo están cociendo sacos de tela para alojar a los marsupiales heridos o huérfanos, mitones para cubrir las patas quemadas de los koalas, chales para los murciélagos y nidos para los pájaros que se quedaron sin hogar.
3) Más de 7.500 neozelandeses firmaron una petición para que los koalas australianos sean reubicados en su país. Aseguran que tienen 30.000 hectáreas con eucaliptos en los que podrían albergarlos. De momento, la solicitud ha sido rechazada por Wellington.
4) Los vecinos se están convirtiendo en héroes. Cientos de australianos se acercaron a las zonas devastadas con cobijas, cestas y biberones cargados de agua. Algunos de ellos contaron que vaciaron plantas de sus casas para albergar canguros, que se metieron en las llamas para rescatar koalas o que convirtieron sus macetas en baños refrescantes para erizos. ¿Algo en lo que todos coinciden? En que los animales se muestran sumamente dóciles y agradecidos.
5) Esta tarde la ministra australiana de Medio Ambiente, Sussan Ley, anunció que el Gobierno aportará 50 millones de dólares australianos (31 millones de euros) para ayudar a la fauna salvaje dañada por el fuego. Las prioridades serán los cuidados de los animales heridos, la protección de las especies amenazadas, el control de depredadores que amenazan a las especies más vulnerables tras los incendios, y la protección de las zonas que no se han quemado para crear "arcas" donde animales y plantas se puedan recuperar.
