Tenía 19 años y había viajado a la Costa para pasar unas vacaciones junto a sus amigos del colegio primario y para celebrar el primer año de amor junto a su novia Julieta. Pero diez u once animales asesinos le arrebataron la vida a patadas.
Fernando Báez Sosa tenía 19 años y murió el sábado, a la salida de un boliche de Villa Gesell, por los golpes que le propinaron diez u once jóvenes que juegan al rugby en el club Arsenal Náutico de Zárate. Aunque son once los detenidos, la Justicia sospecha que el último, Pablo Ventura, no estuvo en la pelea. Al parecer, el grupo de rugbiers lo habría involucrado para hacerlo co-responsable del acto criminal que cometieron.
Según fuentes de la investigación, el episodio comenzó dentro del local Le Brique, cuando uno de los amigos de Fernando volcó vino sobre uno de los acusados. Entonces comenzaron a pelear. La gente de seguridad del boliche los sacó del local y ya en la calle los detenidos agredieron a Fernando con piñas y patadas hasta matarlo. Según trascendió, la autopsia marca que la causa de la muerte de Báez Sosa fue traumatismo de cráneo, ocasionado por un fuerte golpe en la cabeza que le provocó sangrado interno. También presenta un golpe en la mandíbula.
“A mi hijo me lo mataron como a un perro…, peor que eso, porque ni a un animal se le pega así. Espero que se haga justicia y que paguen por lo que hicieron”, expresó Graciela, mamá de Fernando, en la puerta de la casa Escalada Velatorios, donde amigos y familiares de la víctima despidieron sus restos. “No le dieron la oportunidad a mi hijo ni de defenderse. Eso me duele mucho, que no tengan un poquito de compasión por el otro es lamentable y doloroso para nosotros”, aseguró Silvino, el papá de Sosa, con el alma destrozada por tanto dolor.
El domingo, el fiscal Walter Mercuri, de la UFI N° 8 de Madariaga, informó a los medios que el joven fallecido recibió una golpiza en la que participaron entre tres y cuatro personas. “Estarían identificados. Se ven en los videos quiénes son los que le pegan en la cabeza”, afirmó. Además, aseguró que tiene pruebas que confirman que los 11 detenidos “participaron de la gresca”, aunque aclaró que no todos le pegaron al joven fallecido. Mercuri tomó como agravante “la circunstancia de que cuando la víctima se encontraba indefensa, inconsciente, en el piso, continuaron pegándole en la cabeza”, por lo que el delito en este tipo de casos tiene “una pena de reclusión perpetua”. “La víctima no se podía defender”, agregó.
Matías Benicelli (20), Ayrton Michael Viollaz (20), Máximo Thomsen (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (20), Alejo Milanesi (20), Enzo Cornelli (19), Juan Pedro Guarino (19), Ciro Pertossi (19), Blas Cinalli (18) y Pablo Ventura (18, este último asegura que ni estuvo en Villa Gesell) fueron identificados como los presuntos autores del crimen y detenidos en un chalet de dos plantas ubicado sobre la calle 202, donde se hospedaban.
Fernando Baéz Sosa, estaba en primer año de derecho y soñaba con ser abogado. El domingo, cumplía un año de noviazgo con su novia Julieta y pensaba hagazarla con panqueques con dulce de leche. Estos asesinos, terminaron con su vida, con su ilusión, con sus sueños.