Hasta el 70 % de los pacientes que padecen algún tipo de cáncer en sangre son asintomáticos, lo que complica su diagnóstico, coincidieron este jueves especialistas.
"El problema de este tipo de cánceres es que no producen síntomas, lo que ocurre entre el 70 y 80 % de los casos, y por ello los pacientes llegan en estadios tardíos", expresó en conferencia de prensa la hematóloga Elena Juventina Tuna Aguilar.
En el marco del mes de la concientización sobre los cánceres en sangre, la hematóloga explicó que tan solo en México hay una incidencia de poco menos de 14.000 casos de cánceres hematológicos, y la leucemia linfocítica crónica (LLC) es el tipo más común.
"Es el tipo de leucemia más común en occidente. En Latinoamérica es más frecuente en Sudamérica, en países como Argentina, Chile y Uruguay", afirmó.
La LLC, refirió la experta, es dos veces más frecuente en hombres que en mujeres y la edad promedio de diagnóstico es de 70 años, siendo rara su detección antes de los 40 años.
Además, es uno de los tipos de leucemia más comunes en adultos y representa el 30 % de las leucemias, mientras que la supervivencia media de este cáncer de la sangre varía entre 10 y 12 años.
Anualmente, dijo, se detectan 4 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, además de que nueve de cada 10 personas que la padecen tienen más de 50 años.
Entre los factores de riesgo para desarrollarla están la edad, tener antecedentes familiares de la enfermedad, la exposición a sustancias químicas y el grupo racial.
Aunque la mayoría de los pacientes son asintomáticos, se estima que 30 % puede presentar síntomas como fatiga, pérdida de peso, fiebre, escalofrío, sudoración nocturna, molestia en la parte del abdomen, dificultad para respirar e infecciones recurrentes.
Importancia del tratamiento
Pese a que los especialistas detallan que lo más importante es la detección oportuna, contar con tratamientos innovadores puede ser la diferencia en el pronóstico de vida de los pacientes.
El hematólogo Gilberto Barranco explicó que esta enfermedad puede tratarse con quimioterapia, radioterapia o trasplante de médula ósea.
Sin embargo, actualmente existen terapias combinadas que pueden ayudar a que la enfermedad frene su progresión y a que se reduzca hasta en un 67 % el riesgo de muerte.
No obstante, esta innovación terapéutica suele incrementar los costos y hace difícil la accesibilidad al tratamiento.
Estos tratamientos pueden alcanzar costos de entre 100.000 y 150.000 pesos (5.000 y 7.507 dólares) y un paciente requiere como mínimo unos seis ciclos de terapia, lo que dificulta el acceso a esta opción.
Por ello, los expertos destacaron la importancia de la prevención y de los chequeos anuales para detectar cualquier anomalía, especialmente si se tienen antecedentes familiares y se rebasan los 50 años, así como llevar un buen estilo de vida.
Fuente: EFE