La revista Time la eligió como personaje del año y el presidente de los Estados Unidos la criticó en Twitter. La activista ambiental tiene un mensaje poderoso que comunica sin escándalos pero ante el cuál nadie queda indiferente. De hecho, no para de cosechar likes. Sin embargo, los insultos hacia ella se acrecientan exponencialmente en las redes sociales.
Histérica, estúpida, puta, patética, loca, marioneta... son algunos de los insultos que recibió Greta Thunberg en redes sociales durante el último mes. Del otro lado, la joven sueca también recibe elogios y crece su influencia entre los jóvenes. Algo es seguro: el mundo tiene sus ojos puestos en ella... si va al colegio, si viaja en barco, si es coherente, si elige tal o cuál cosa. Todo parece servir como excusa para alabarla o denostarla.
Durante los últimos 18 meses -desde que empezó con sus sentadas frente al parlamento Sueco en agosto de 2018- tuvo muchos momentos mediáticos. No sólo por la urgencia de su mensaje: No hay planeta B, sino por la seriedad en sus discursos, su enojo con los líderes mundiales y sus acciones.
Su llegada a la COP25 -que iba a ser en Santiago de Chile pero debió trasladarse a Madrid por los conflictos político sociales en el país transandino- volvió a ponerla en el centro de la escena.
Time la eligió personaje del año y el 11 de diciembre publicó la portada con su imagen. Algo que no agradó al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien tildó este jueves de “ridícula” la elección de la joven activista sueca por el medio ambiente Greta Thunberg como “persona del año” por la revista Time, recomendando luego que la activista “se relaje” y trabaje en su “problema con el manejo de la ira”.
Y las críticas, no tardaron en llegar. Hasta Donald Trump se tomó el tiempo de escribir en contra de la joven en su cuenta de Twitter.
Muchos coinciden en que 2019 fue el año del cambio climático. Jóvenes de todo el mundo se pusieron de pie para manifestar su preocupación por el medio ambiente. Las redes sociales sirvieron como plataforma de lucha y concientización, pero el compromiso los llevó a las calles. Fridays for future, la consigna con la que Greta Thunberg comenzó a manifestarse delante del congreso de Estocolmo, se convirtió en un movimiento internacional.
¿De qué sirve ir a la escuela si no vamos a tener futuro?, contestaba la joven cuando la cuestionaban por faltar al colegio para manifestarse a favor del medio ambiente. En las múltiples entrevistas que le hicieron este año aseguró que su Asperger la mantiene alerta contra las mentiras.
Quizás, sea esta misma condición del espectro autista la que la ayuda a mantenerse firme en sus convicciones a pesar de las críticas y a seguir luchando con acciones cotidianas aun siendo líder de un movimiento que moviliza cada vez a más jóvenes en los 5 continentes.