Fue en el tercer episodio de Red Table Talks, que giró en torno a la salud mental.
"No estás solo. La vida no es un viaje fácil, pero dentro de la oscuridad definimos la luz", anunciaba el adelanto del tercer episodio de Red Table Talks, el ciclo de entrevistas que lleva adelante Gloria Estefan (63) junto a su hija Emily (25) y su sobrina Lili (53). En los avances decían que el tercer episodio de la saga giraría en torno a la salud mental.
En esta tercera entrega del programa, Karla Souza y Lele Pons se sentaron a la mesa para hablar de un tema que afecta a millones, pero del cual se habla muy poco. "Atravesamos la crisis más grande de la salud mental. Unos 300 millones de personas tienen alguna enfermedad mental y quizás nunca reciban la atención que precisan", sentenció Estefan en la apertura del show.
Su hija Emily comentó que en su familia habían tenido episodios relacionados con problemas de salud mental. Y entonces Gloria tomó la palabra. Dijo que siempre se había sentido cómoda consigo misma, pero "cuando tenía 15 años mi padre había pasado un año en casa y yo cuidaba de él", relató. Y agregó: "Y se deterioraba rápidamente".
Contó que su padre sobrevivió a Vietnam pero padeció esclerosis múltiple. "Perdió su habilidad para hablar. No caminaba. Se paraba para ir al baño, se caía y se hacía encima. Yo tenía que bañarlo... Él lloraba avergonzado y trataba de hacerme sentir mejor".
Recordó que para él era terrible y que ella empezó a sentir que le afectaba, pero no quería contárselo a su mamá ni a su abuela para que no se preocuparan. "Mi padre había dejado un arma en mi casa cuando fue a la guerra, supuestamente para protección de mi madre. Yo sabía dónde estaba el arma y empecé a tener pensamientos desesperados", relató.
"Recuerdo ir al lugar y pensar: 'Bien, el arma está ahí... ¿Pero si en lugar de eso me ahorco, porque eso podría ser sangriento...? Incluso elegí el árbol donde lo haría", dijo. Enseguida agregó: "Y luego pensé: 'Espera. Me encontrará mi mamá. Mi hermana... no estaré aquí para ella'. Y lo que me hizo superar el momento fue pensar en los demás".
Siguió adelante: "Pensaba en la gente que quería. Y dije: 'Debo estar aquí para ellos'". Mientras tanto, su hija seguía el relato atentamente, consciente de lo duro que debió haber sido para su madre llevar adelante esa situación. "No puedo irme. Debo estar aquí para ellos. Sabía que estaba destruyendo mi familia", contó antes de relatar cómo salió de ese lugar.
"Me concentré en estudiar. Pasé sola por todo el proceso. Creo que me ayudó imaginar cómo sería la vida para siempre para la gente que yo quería. No hablé con mis amigas de lo que pasaba con mi padre, porque me parecía que estaban en su adolescencia, divirtiéndose, haciendo lo que debes hacer", continuó.
"Encontré mucha ayuda y llegó tu padre", dijo dirigiéndose a Emily. La pregunta fue: "¿Crees que el amor tuvo algo que ver?". Y ella respondió que sí. Eso y haber comenzado a ganarse la vida con su trabajo.