Son muchas las mujeres que eligen hacerse un retoque en el cuerpo: hay menos vueltas en admitir el paso por el quirófano, y muchas buscan verse como su filtro de Instagram favorito.
Sin embargo, poco se conoce de las consecuencias a largo plazo de la utilización de ciertos productos, sobre todo teniendo en cuenta el caso de las víctimas de Aníbal Lotocki, quienes fueron engañadas respecto al producto que utilizaría y, en muchos casos, ni siquiera dieron su consentimiento para la aplicación en ciertas zonas.
La empresaria textil Gabriela Trenchi fue la primera en iniciar la batalla judicial, y hasta perdió su casa para llevar la causa hasta las últimas consecuencias. Con su relato conmovió a todos, ya que transmite los dolores que padece en su cuerpo. Según cuenta, todos los problemas respecto a su salud aparecieron horas después de salir del quirófano.
Al igual que otras víctimas, a Gabriela también le sumó rellenos donde no quería y le desató un Síndrome de Guillain-Barré. "Fui por hilos tensores en la cola y me colocó un material hasta los tobillos, que no me lo puedo sacar nunca más. Nadie sabe decir qué es lo que tenemos. Es un veneno que es una bomba de tiempo”, señaló hace poco, en diálogo con TN.
Después de pasar algunos días internada en el Hospital Italiano, mientras Silvina Luna pasaba sus últimos días de vida a metros de su habitación, se estabilizó y no dudó en poner su voz a la hora de contar, en primera persona, cómo le cambió la vida desde que entró en su consultorio.
De qué trata la ley Silvina Luna y la referencia colombiana
Gabriela Trenchi estuvo en América Noticias y explicó cuál es el objetivo detrás de la exigencia de la sanción de la Ley Silvina Luna.
“La causa de la ley de Silvina Luna es algo que queremos que salga. Es para que no apliquen todas las porquerías que aplican y que sean cosas que hagan los cirujanos plásticos, con conciencia, para que no tengamos las enfermedades y nos vayamos muriendo de a uno como nos está pasando”,
“Desde que a mí me pasó esto, muchas chicas me escribieron que les daba vergüenza contarlo porque no sabía la familia. Están en cama, algunas están postradas, otras se hicieron trasplante de riñón”, aseguró.
Y sorprendió con su cálculo: “Yo creo que hay más de 7 mil personas que fueron inyectadas por Lotocki, porque a mí me están lloviendo mensajes en Instagram de la gente que pasó por lo mismo".
"Con lo de Silvina, están todas con ataques de pánico, empezaron a hacerse los estudios médicos y algunas están a tiempo de hacer la denuncia”, explicó, debido a que muchas veces el producto empieza a ser rechazado después de los 10 años desde la operación, lo que coincide con el plazo en el que para la justicia queda prescripto un caso de mala praxis médica.
Este proyecto de ley no sale de la nada: la referencia es la modelo colombiana Elizabeth Loaiza, quién consiguió en su país la sanción contra el uso de los biopolímeros. En diálogo con Intrusos, contó su experiencia, muy similar al de las argentinas que denuncian a Aníbal Lotocki.
“Como él, hay muchos. Es costosísima la operación reconstructiva y lo que logramos es que haya una culpa, que los penalicen y el cierre de los establecimientos donde se hagan estas malas praxis; que las víctimas puedan ser atendidas, que puedan acceder a una cirugía temprana porque se volvió un problema de salud pública y me gustaría que hagamos algo a nivel Latinoamérica”, marcó.
“Los biopolímeros son una bomba de tiempo. Las que lo tienen colocado, se tienen que operar, que se lo saquen lo más pronto posible”, destacó la modelo que consiguió el visto bueno del congreso colombiano.
Además de amparar los tratamientos de las víctimas, la ley colombiana establece para los que utilicen este producto una pena de entre 2 y 10 años de prisión, con multas que superan los 250 millones de pesos colombianos. Si hubo engaño, la/el paciente era menor de edad o si el producto se colocó en la cara, son motivos de agravante a la hora de definir la condena.
Fernando Burlando y el último deseo de Silvina Luna
Fernando Burlando también se refirió al último deseo de Silvina Luna, quien quiso ir hasta las últimas consecuencias en la búsqueda de Justicia. "Ella me decía que necesitaba toda la causa, recopilar toda
la información porque quería hacer la serie sobre la causa Lotocki", advirtió el letrado en diálogo con la Once Diez.
"El día previo a llevarla al Panteón de Actores, me puse a chequear mensajes y audios de ella, y los últimos tienen que ver con todo esto, preguntándome cómo veía la información y lo que teníamos para hacerla”, reveló sobre la intimidad del vínculo de los últimos días en contacto.
"Hay papers e investigaciones que demuestran que la sustancia que usó Lotocki genera todo lo que le ocurrió a Silvina y tiene una sentencia condenatoria a cuatro años de prisión. Lo que se viene ahora es evaluar si frente a esta condena que existe y la gran cantidad de causas que hay abiertas en contra de Lotocki en plena investigación, no hay una situación de riesgo procesal”, señaló, con el ojo puesto sobre la Justicia que Silvina no llegó a ver.