El consultor argentino Fernando Cerimedo niega ser uno de los instigadores de los incidentes que se produjeron este domingo en Brasilia cuando cientos de bolsonaristas invadieron las sedes del Parlamento, la Presidencia y la Corte Suprema. Pero las autoridades brasileñas lo acusan de motorizar las granjas de trolls que impulsan un golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva.
“No creo tener tanto poder. Es una falacia total”, esgrimió en su defensa durante una entrevista a radio Rivadavia. Y dejó entrever que el tercer mandato de Lula comenzó con una suerte de caza de brujas donde “están encarcelando a gente por opinar” y hasta “hay un campo de concentración que debe tener cerca de 800 personas”.
Cerimedo es un apellido conocido en la derecha carioca. Conoció a Eduardo Nantes Bolsonaro, actual diputado federal por el estado de Sao Paulo y tercer hijo del expresidente Jair Bolsonaro, en 2010 durante un curso que dictó el consultor político Jaime Durán Barba en Estados Unidos.
Desde entonces no se apartó del clan de los Bolsonaro, incluso participó activamente de la campaña electoral que en 2018 catapultó al militar retirado al Palacio de Planalto. Su rol fue estratégico: responsable de la gestión de trolls en las redes sociales.
Su búnker se encuentra en Puerto Madero, desde allí maneja un laboratorio de inteligencia artificial y sus granjas de trolls. Pero ahora dice estar en la ciudad santafecina de Rosario.
Su relación con los Bolsonaro no le impidió tener como clientes a políticos que representan otras ideologías, como algunos intendentes kirchneristas que pagaron por sus servicios. También apoyó a Patricia Bullrich e intentó tener al libertario Javier Milei en su selecta cartera.
Pese a su relación con el exmandatario brasileño y haber organizado la vista de su hijo Eduardo a Buenos Aires, Cerimedo no participó de las campañas del expresidente Mauricio Macri. De hecho, hasta llegó a decir que “los callcenter de Macri estaban mal hechos” y por eso perdió la posibilidad de extender su mandato en las elecciones presidenciales de 2019.
Un medio propio para captar el público de derecha
Además de ser uno de los consultores del momento, especialmente cuando se trata de manejo de redes sociales y campañas no tradicionales, es fundador y CEO de Academia Numen, donde se dictan cursos virtuales de Marketing Digital, Project Management, Community Manager, Google Ads y el innovador curso de Marketing Político Digital.
El consultor también es uno de los propietarios de La Derecha Diario, un medio web cuyo nombre se define a sí mismo. En esa usina surgió la primera publicación del romance del jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con Milagros Maylin, su actual pareja.
Tras el resultado de la segunda vuelta de las elecciones generales en Brasil, La Derecha Diario, a través de su cuenta en Youtube, denunció que hubo fraude para favorecer a Lula Da Silva. El video fue visto por más de 400.000 personas y fue ampliamente compartido entre los militantes del derrotado Jair Bolsonaro.
Cuando lo acusaron de intervenir en la organización del Movimiento Patriotas, que fue una de las que organizó las protestas contra Lula en Brasil, no dudó en utilizar su cuenta en la red social Twitter para defenderse: “Hay miles de cuentas y canales con mi nombre. Ese no es mío. No manden fake. ¿O quieren comerse otra suspensión por noticias falsas?”.
La misma estrategia defensiva utilizó durante el diálogo que mantuvo en el programa que conduce Ari Paluch en radio Rivadavia. “Hay miles de cuentas de redes sociales con mi nombre en Brasil, y un canal de Telegram, que yo no tengo. Desde ese canal se difundió un cartelito que convocaba a todos a Brasilia”, explicó el consultor y cultivador de trolls.
Dijo que está “censurado en Brasil” por haber denunciado que “hubo fraude” en las elecciones presidenciales. Algo que, según dijo, “está técnica y jurídicamente probado”.
Cerimedo cree que Bolsonaro “se debería haber quedado (en Brasil) y haber tomado otra postura”, aunque no descartó que si vuelve pueda terminar tras las rejas: “lo van a meter preso”. Respecto a los ataques contra las sedes de los tres Poderes del Estado en Brasilia, opinó que fue una “ridiculez, totalmente inútil”.