Claptone y Fatboy Slim, los grandes protagonistas de la nueva edición porteña de The Masquerade, fueron el gran broche de oro para un sábado de súper acción musical en la ciudad. Después de que Coldplay cerrara su octavo recital en el estadio de River Plate, Bad Bunny completara sus dos fechas en la cancha de Vélez y Tini brillara en el Único de La Plata, entre otros espectáculos, el DJ alemán y su colega británico pusieron a bailar a más de 19 mil personas en el estadio de GEBA con hits y clásicos de la música electrónica.
Después de los sets del argentino Jack Mood y la DJ estadounidense Lp Giobbi, llegó el esperado momento en que Norman Cook, más conocido como Fatboy Slim, el primer superstar DJ de la generación que abrió la música dance al mundo, se subiera a la cabina. Con un tono arengador, Fatboy repasó la primera década entre reversiones de “Star 69 (What the F**k)” -un track de su autoría- y “Drop the Pressure” de Mylo.
"Ser DJ es vender escapismo. No tenemos ningún tipo de mensaje, como lo puede tener una banda de rock. Lo nuestro es: 'Vení conmigo y escapate de la realidad, olvidá todos tus problemas, bailá y pensá que todavía sos joven y sexy y no tenés responsabilidades'”, había dicho Fatboy Slim a La Nación en 2018. Sin embargo, en su set estuvo presente su reversión de “Right Here, Right Now”, en el que mezcla el clásico tema que no puede faltar cuando actúa con el discurso que dio la activista Greta Thunberg en la cumbre climática de Naciones Unidas en 2019. Un momento de conciencia en el pico de la fiesta.
El dueño de la fiesta The Masquerade, Claptone, tomó la temperatura de cómo estaba la pista y siguió la línea big beat -el sonido que hizo famoso a Fatboy décadas atrás- en el comienzo de su presentación. El DJ enmascarado, amado por el público argentino, eligió arrancar con toques de funk y pop, antes de volcarse de lleno a la música house que lo caracteriza. Lo suyo no es un simple DJ set: está más cerca de lo performático, una idea que se completó cuando arrojaron al campo y al vip cientos de máscaras como las que usa Claptone. De golpe, todos quedaron en el mismo ritual dorado de baile y diversión