¿Existe la subcultura "incel" en la Argentina? Un psicólogo cuenta su experiencia en el trabajo con los adolescentes de nuestro país – GENTE Online
 

¿Existe la subcultura "incel" en la Argentina? Un psicólogo cuenta su experiencia en el trabajo con los adolescentes de nuestro país

La serie Adolescencia, que es furor en Netflix, deja varios interrogantes sobre el lenguaje y pensamientos de una generación y sus posibles consecuencias.
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La miniserie policial de Netflix que es furor, Adolescencia, no deja de plantear debates e interrogantes en diferentes ámbitos a partir del drama criminal que se desarrolla en cuatro capítulos y que tuvo su estreno el 13 de marzo.

Es que esta historia de un asesinato llevado adelante en un contexto escolar presenta la forma en la cual diferentes personajes de la vida adulta, como padres, autoridades escolares y hasta la Policía, desconocen en su mayoría sobre los lenguajes que los más pequeños tienen en sus entornos virtuales y las redes sociales, y las posibles consecuencias en los mensajes que comparten.

La serie presenta problemáticas de las nuevas generaciones y sus posibles consecuencias.

Determinados emojis con significados ocultos a la vista, términos como “incel”, la “manosfera” y la regla del 80-20 son algunos de los elementos que se plantean en la serie como parte de un código utilizado por parte de los adolescentes.

Consultado por Revista GENTE, el psicólogo Mauricio Strugo (MN 43.136) explica que el término "incel" es una palabra que abrevia una expresión en inglés, que traducida significa "Celibato involuntario": “Quienes se identifican así dicen sentirse incapaces de entablar relaciones con mujeres, tanto románticas como sexuales, aunque así lo deseen”.

Los nuevos lenguajes en la virtualidad, uno de los desafíos que plantea la serie.

El profesional explica que, aunque este término no se utilice popularmente en Argentina, las ideas que conllevan si se pueden ver reflejadas en determinados grupos de varones. Además, remarca que esta supuesta incapacidad tiene como una primera consecuencia una frustración, buscando hacer responsables a las mujeres por esto que experimentan.

Es un movimiento en contra de las reivindicaciones conseguidas por el feminismo, cuyo mayor logro ha sido que las mujeres sean libres y puedan elegir y no tengan que someterse a los mandatos tradicionales. Sería mucho más nutritivo que en vez de movimientos de odiadores se crearan espacios donde los hombres aprendan recursos para explorar su sensibilidad sin por ello perder lo que esencialmente nos hace hombres con nuestras particularidades”, remarca Strugo.

Su protagonista, Owen Cooper, sorprendió con su forma de llevar a cabo el papel de Jamie Miller.

La serie también hace foco sobre la “Male Rage” (en español “rabia masculina”) como una posible reacción desencadenada por la frustración y ese sentir una “incapacidad” para vincularse con mujeres. Esto de la mano de pensamientos de comunidades "incel" como la misoginia, el desprecio hacia las mujeres, puede tener como resultados como los casos reales que dieron lugar a la producción de Netflix, un femicidio.

“En muchos casos no necesariamente esto desembocará en ser parte de un movimiento como el de los incels, pero suele ser más común de lo que se admite, escuchar adjetivos calificativos sobre cómo son o están las mujeres hoy, como una proyección que en grupo todos los pares se rían pero que en el fondo esconda una tremenda sensación de impotencia al percibir que añoramos conseguir una pareja y nadie nos elige”, explica el psicólogo a Revista GENTE.

En ese sentido, remarca: “La reacción más primitiva es odiar el asunto”. Y plantea como el principal objetivo "estar dispuestos a hacer el trabajo de, en vez de mirar afuera, revisarnos a nosotros mismos y cambiar lo que nos demos cuenta que puede producir rechazo”.

La falta de herramientas de la familia sobre lo que sucede con su hijo queda reflejada en la serie.

Consultado sobre casos puntuales que le llegaron a consulta, sea de jóvenes o de padres de adolescentes cercanos a este tipo de situaciones, Strugo dice: “He escuchado en varios de ellos discursos misóginos que en el fondo claramente muestra esta impotencia que se transforma, como una manera de evitar el dolor, en odio o violencia hacia las mujeres”.

“Con un poco de proceso terapéutico van entendiendo qué es lo que genera esas reacciones y empiezan a trabajar en cómo hacer para poder abrirse tolerando la frustración, porque el no ser elegidos por alguna persona no necesariamente significa que todos los van a rechazar o que nadie los va a elegir”, remarca el psicólogo sobre la importancia de llevar estas problemáticas a consultas profesionales.

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