Una insólita situación se produjo este lunes a la noche en la entrega de los premios Estrella de Mar: el ganador del premio al mejor director marplatense, Marcos Moyano, simuló que se cortó el brazo con una cuchilla en medio del escenario cuando recibía el premio.
El responsable de una revista local, Martín Sala, encargado de entregarle la distinción, reaccionó pronto e intentó detener al artista en plena maniobra con la cuchilla, que en todo momento pareció real. A su lado estabas sus dos pequeños hijos, con el que había subido a recibir la distinción.
Moyano comenzó su discurso agradeciéndole al jurado por haber nominado y darle el premio al centro cultural Séptimo Fuego. “A mediados de enero salió la noticia que pedían que no nominaran al Séptimo Fuego. Somos los que pedimos que echen a Silvana Rojas -ex secretaria de Cultura del intendente Carlos Arroyo- y los mismos que nos vendamos la boca porque prohibían hablar a los artistas”, dijo. Y continúo: “Ayer recibimos una llamada anónima que decía que quería que Viviana Ruiz no estuviera en la entrega. Soy el Séptimo Fuego y el hijo de Viviana Ruiz, en mis venas corre la sangre de Viviana Ruiz. Siempre vamos a estar denunciado estas cosas. Por mis venas corre la sangre de Viviana Ruiz”.
"Por mis venas corre la sangre de Viviana Ruiz", dijo, micrófono en mano, mientras sus hijos lo miraban. En la otra mano llevaba un paño que extendió y escondía un cuchillo de utilería. Entonces hizo el gesto que espantó a buena parte del auditorio.
Al final el artista contó que se trató de una actuación en protesta. .
Fue tan impactante lo ocurrido que la Reina Nacional del Mar, que acompañaba la escena a un par de metros, se desmayó y tuvo que ser asistida por un equipo de emergencias médicas.
Personal de mantenimiento debió limpiar el escenario, donde quedaron manchas del líquido rojo que el actor utilizó para simular un corte a la altura de la muñeca izquierda que resultó más que real.
Moyano había sido galardonado como mejor director marplatense por su desempeño en la obra "La mueca". Su madre, responsable del centro cultural "El Séptimo Fuego", se había presentado a recibir un premio con cintas que le cruzaban la boca porque en aquella ceremonia no se permitieron discursos.