Después de varios años, Yiya Murano volvió a ser noticia en los últimos días debido a que las tazas de té de la envenenadora están subastándose a 20 mil dólares: Martín Murano decidió subastarlas y donar lo que gane a una fundación de ayuda a los animales. En ese contexto, en Desayuno Americano hablaron con Martín Murano, su hijo, para hablar de la vida de la polémica y popular homicida.
"Con una de estas tazas ella mató a la primera víctima, aunque en realidad no sabemos si fue la primera de las víctimas. Nilda Gamba, que vivía medianera de por medio, en el mismo piso de nosotro: de hecho, en su casa es dónde ella se descompone", empezó diciendo Martín al hablar de uno de los homicidios cometidos por su madre en la década del '70.
Luego, añadió: "Yo recuerdo que Yiya abrió un modular chino que teníamos, que en esa época se usaba y le preparó el té. Eso nunca pasaba porque había una señora que trabajaba en mi casa y que para mí fue mi madre, Ignacia". En ese momento, le preguntaron qué significo Murano para él y la respuesta fue seca como la relación que madre e hijo tenían: "Yiya me trajo al mundo", respondió.
"Yo no siento que Yiya Murano es mi madre, sólo es la persona que me trajo al mundo", dijo Martín Murano
En ese momento, salió a la luz un tema muy polémico que hasta entonces era desconocido. "Ella me quiso envenenar cuando tenía diez años", expresó Martín. Luego, al ver que los presentes estaban atónitos contó la historia. "Cuando te invitan a cenar lo mínimo que hacemos es llevar un postre y a los que le gusta el alcohol un vino o algo así. Yiya compró una torta. Obviamente viene envuelta, generalmente eso se pone en la heladera y cuando llega la hora de la cena la retirás y la llevás", dijo.
"Yiya la abrió y la dejó arriba de la mesa. Yo de chiquito me gustaba comer mucho, era gordo. Ella vio cuando corté la torta, ella estaba sentada en el comedor y me miraba a través de la puerta de la cocina", continuó su relato el hijo de la homicida.
Por último, contó que finalmente su madre le salvó la vida. "Corté un pedazo y cuando me la llevé a la boca, me la sacó de la mano. La puso arriba de la torta que qeudaba, la aplastó y tiró la torta completa en el incinerador. No me dejó comerlo y después me enteré, por uno de los amantes de ella, muchos años después, que otro de los amantes le había dicho que era mejor que yo no estuviera más", cerró Martín murano, el hijo de Yiya dejando en claro que el plan de su madre, en algún momento, fue matarlo como a sus amigas.
