En los últimos días, se conocieron detalles del estado psicológico de los rugbiers, luego de la sentencia por el crimen de Fernando Báez Sosa. Uno de los condenados que enciende las alarmas es Máximo Thomsen, quien no estaría pasándola de la mejor manera en el penal de Melchor Romero.
Es que, según trascendió en distintos medios locales, al joven de 23 años condenado a cadena perpetua sufre de depresión, y está alejado del resto de los rugbiers. No obstante, tras ser consultado por GENTE, Hugo Tomei -abogado de los 8 condenados- negó esta información filtrada en los medios de comunicación y cuestionó el "vergonzoso" rol del periodismo respecto al caso de Fernando Báez Sosa.
Respecto a la supuesta pelea, algunos portales se hicieron eco de una fuerte discusión entre Thomsen y el resto de los condenados el domingo por la tarde durante sus tres horas de recreación en el patio del Pabellón 6 del penal de Melchor Romero.
Sobre esa línea, remarcan que, si bien, antes de la lectura de la sentencia solía haber recriminaciones o quejas, en su mayoría vinculadas al uso del único teléfono celular que compartían. Ahora parece haberse generado una grieta entre los que tienen condenas menores -Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Lucas Pertossi (23)- y los que tienen que cumplir cadena perpetua -Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Pertossi (21).
"Ellos tienen sólo tres horas autorizadas para salir al patio, porque no los cruzan con los otros presos. Están ellos solos. Hubo una pelea. Se empezaron a putear y se fueron a las manos. La ligó Thomsen y uno le gritó que los hundió a todos. La pelea aceleró el traslado de Benicelli", relató una fuente en off al portal BigBang.
Cuáles son los indicios que alertan sobre la depresión de Máximo Thomsen
Aunque Tomei aseguró a GENTE que la información del supuesto informe sobre el cuadro mental de Máximo Thomsen no es cierto, varios medios nacionales comunicaron sobre la preocupación de las autoridades de la Alcaldía de Melchor Romero por los síntomas asociados a la depresión.
Cabe recordar que en una nota de puño y letra que trascendió, el rugbier, quien se descompensó durante la lectura del veredicto, escribió hace unos días “que siente claustrofobia y que lo disculpen”, porque había estado pegando patadas en el buzón, nombre que se usa para llamar a la celda. Según revelaron, Thomsen se calmó tras pedir ser visitado por un pastor, quien le entregó una Biblia como material de lectura.
Bajo ese marco, tal y como le señalaron fuentes penitenciarias a portales locales, "los ocho rugbiers están con una medida de resguardo de integridad física por miedo a que se lastimen ellos mismos por la depresión que padecen".