Este martes tuvo lugar la audiencia número 11 del juicio que busca esclarecer las condiciones en las que tuvo lugar la muerte de Diego Armando Maradona. Se trató de una instancia sumamente esperada ya que fue en la que una de las hijas, Dalma Maradona, habló ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3, en San Isidro.
Junto a su hermana Gianinna y su madre, Claudia Villafañe, la hija del astro del fútbol comenzó a declarar pasadas las 16 horas haciendo foco en los diferentes momentos en los que, desde la intimidad familiar, pudieron detectar las dificultades de salud que tenía y los reclamos que realizaban a las personas que estaban a cargo de sus cuidados médicos.
Incluso llegó a apuntar contra tres de los ocho imputados actualmente en la causa, el médico neurocirujano, Leopoldo Luciano Luque, la psiquiatra, Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Ángel “Charly” Díaz.
“Le habíamos dicho a Luque, Cosachov y Díaz que no lo veíamos bien a papá. Caminaba mal, a veces lo sentíamos un poco perdido, nos llamaba por videollamada y no entendíamos lo que decía", expresó Dalma frente a las autoridades judiciales, para luego remarcar las respuestas que tenían en reiteradas ocasiones: “Ellos nos decían que era momentáneo, que tenía semanas buenas y malas, pero que estaba bien, que estaba medicado”.
En la declaración de la hija mayor del Diez, también hace foco en el día de su cumpleaños, el 30 de octubre, cuando estuvo en Gimnasia y Esgrima de La Plata: “Cuando mi papá sale a la cancha y todos lo vieron mal en la televisión, fue muy notorio. Era lo que nosotras veníamos diciendo. Mi papá no estaba bien, estaba lento, perdido. A partir de ese día sí empezaron a decir que había que hacerle estudios, pero nosotras lo decíamos de antes”.
“Nos prometieron una internación domiciliaria que nunca sucedió. No hubo ambulancia ni enfermeros (…) Nos prometieron enfermeras 24 horas, gente que estuviera ahí para tomarle la presión y darle las pastillas. También acompañantes terapéuticos, una ambulancia y aparatología que la daba la prepaga. Eso nunca pasó”, afirmó Dalma, planteando una situación de engaño a la familia, poniendo nuevamente la culpabilidad de estos descuidos en la salud de su padre sobre los tres imputados que mencionó previamente.
Uno de los momentos más fuertes durante esta audiencia fue cuando Dalma recordó a Diego como padre, no pudiendo evitar el llanto en medio de sus palabras: “A diferencia de lo que mucha gente pueda pensar, era un papá muy presente. Yo compartí toda mi infancia y adolescencia con él, con vaivenes, siempre fue muy amoroso tanto con Gianinna como conmigo. Más allá de que tenía este problema de las adicciones que acompañamos de la manera que pudimos las tres y que me da mucho orgullo que él dijera que se había podido recuperar gracias a nosotras”.
Respecto a la última etapa con vida de Maradona, su hija recordó el contexto de pandemia y las dificultades que se presentaban para poder acompañarlo presencialmente: “El último tiempo ya no reconocí a mi papá porque ya no se reía, se perdía. Estábamos en una videollamada y no sabía quién estaba del otro lado”.
Al recordar ese 25 de noviembre del 2020, el día de la muerte de Diego Maradona mientras estaba internado en la casa del barrio San Andrés, en Tigre, su hija dijo: “Lo vi muy hinchado. Estaba tapado con una sábana, pero igual se podía ver que estaba muy hinchado. Yo me tiro encima cuando entro porque pensaba que se iba a despertar de alguna manera o algo, pero estaba muy hinchado. Tenía las manos muy hinchadas, la panza, el cuerpo, todo”.
“Cuando nos dijeron que estuvo agonizando y que nadie le ofreció ayuda, fue muy doloroso. Tengo la tranquilidad de saber que hice todo lo que tenía a mi alcance. Nunca pensé que este fuera a ser el desenlace”, dijo sobre el final de su declaración en la audiencia.
