«En Emanuel encontré al hombre de mi vida» – GENTE Online
 

"En Emanuel encontré al hombre de mi vida"

Actualidad
Actualidad

Los archivos periodísticos aseguran que se llama Ana Paula Dutil, que cumplió 30 el 23 de junio, que es modelo, que está separada de Fernando Ranuschio -el padre de sus hijos Teo y Noé-, que volvió a formar pareja con el cantante y actor Emanuel Ortega, y que hace sólo tres meses -el 29 de abril- tuvo a su tercer hijo varón. Punto. Esa es, en pocas palabras, la síntesis oficial de su historia.

Pero -y todo personaje público tiene su pero- también se dijeron cosas que -por supuesto- Dutil desmiente. A saber: que estaba en crisis con Emanuel, que pasó el embarazo superdeprimida porque él no estaba nunca en la casa, que sentía celos de Celeste Cid -la pareja de Ortega en la novela Enamorarte-, y que no tenía buena onda con su familia política. Archivar: nada de eso es cierto, según Ana Paula.

Ahora, mientras se deja maquillar y peinar para los fotos, rompe el silencio después de varios meses: "En lo personal estoy muy bien. Muy contenida, disfrutando al máximo de mi familia", dice mientras revuelve un café cortado y enciende un cigarrillo rubio.

-Y Bautista Santino, ¿dónde quedó?
-En casa, con la chica que lo cuida. No podía traerlo, hace muchísimo frío. ¿Querés conocerlo?

Propone. Y enseguida, abre su bolso para sacar una foto de su nuevo hijo.

-Contame cómo es.
-Se despierta una sola vez por noche para pedir la teta. Casi no llora, es re tranqui. Imaginate cómo habrá sido de bueno el embarazo que empecé a estudiar teatro estando de ocho meses y medio… Creo que con Bautista pasé los nueve meses más pacíficos de mi vida, estuve muy conectada con la panza…

-Se parece al padre, ¿o me equivoco?
-Sí, yo lo veo igualito al padre; para mí es el calco de Manu. Es un divino: rubio, ojos claros, un angelito de seis kilos. Se porta tan bien… Sinceramente, disfruté mucho de este último embarazo, quizás tenga que ver con que yo estaba más madura o con que estaba pasando por un buen momento emocional.

-Sin embargo, la noticia los impactó a los dos.
-Es que no estaba en nuestros planes. Fue muy fuerte, nos sorprendió.

-¿Cómo recordás ese día, cuando supiste que estabas embarazada de Emanuel?
-Estábamos acá, en Buenos Aires. Emanuel sabía que yo tenía un atraso, y cuando me hice el análisis él estaba trabajando, así que le di la noticia por teléfono. Se quedó helado.

-¿Tenías miedo a cómo pudiera reaccionar?
-No, miedo no. Sí me preocupaba saber que tampoco estaba en sus planes y que era muy joven para ser padre. Pero su actitud fue genial. Me dijo que inmediatamente venía para casa y apareció con un ramo de flores.

-¿Y vos?
-Lloraba. Siempre fui muy sensible, pero aquella vez lloré como nunca. Estaba impactada, no entendía nada. Entonces, le pregunté qué hacía con esas flores y él me dijo: "Son para vos, vas a ser mamá". Fue re lindo. A partir de ahí, siempre se portó como un padrazo. Me acompañó a hacerme los estudios, las ecografías, estuvo siempre presente.

-El rumor era otro, que se te veía muy deprimida porque Emanuel casi no estaba en la casa y te prestaba poca atención.
-No fue así. Emanuel se hizo cargo de todo desde un primer momento. Es una persona que cuando toma una decisión nunca vuelve atrás, y con esto ni lo dudó. Es verdad que estaba poco en casa, porque al mismo tiempo hacía la novela, estaba muy comprometido con su nuevo disco, iba a ser padre, y todo a los 23 años. Pero también se hacía tiempo para mí y para nuestro hijo. Además, tenés que verlo ahora: levantándose a hacerle upa cada vez que llorisquea. Lo consuela como nadie. Es un divino.

-¿Y estaba en tu casa el día que te tuviste que internar?
-Sí, sí. Empecé con contracciones a las nueve de la mañana, lo llamé al médico y me dijo que me controlara la media hora siguiente. Eran seguidas, así que Emanuel y un amigo -que también estaba en casa- me llevaron a la clínica. No había camillas y, como sabían que yo tenía partos rápidos, me llevaron caminado a sala de partos. Y no se equivocaron: a las 11 y 12 minutos nació. Emanuel estuvo ahí, y se lo bancó bárbaro porque al principio nos impresionamos los dos. Como el gordo tenía dos vueltas de cordón en el cuello salió todo morado. Fue un momento muy fuerte, nos asustamos, pero él estaba bien.

-¿Qué tal marcha la relación con tus suegros, cuñadas y cuñados?
-Bien, bárbaro. Me llevo muy bien con todos los Ortega, son unos divinos. Y a Guillermina (habla de Valdés, la esposa de Sebastián Ortega, que también es modelo) la conozco desde hace muchísimo tiempo, así que bárbaro con todos. Siempre preguntan por el bebé, llaman y lo vienen a ver.

-Te cuento, o te recuerdo, otro rumor: el que decía que vos estabas celosa de Celeste Cid, su pareja en la telenovela. ¿Es cierto?
-No, para nada. Soy celosa, no te lo voy a negar. Pero soy celosa normal, no enferma. Y de Celeste no, además ella está de novia, ¿no?

Durante unos minutos, el grabador se detiene para la sesión de fotos. Entonces, la mujer (que hasta ahora se mostró sencilla, tranquila, simpática) se transforma. Soberbia. Sexy. Inalcanzable. Así es Dutil frente a la cámara. Y, entre cambio y cambio de vestuario, habla de trabajo. Cuenta que, después de su último embarazo, hizo una campaña gráfica para la firma Ossira, que desfiló dos veces, que está tomando clases de teatro porque su próxima meta es actuar, y que sueña con trabajar en televisión.

-¿Estás enamorada?
-Muy. En Emanuel siento que encontré al hombre de mi vida.

-¿No le guardás rencor por las veces que le preguntaban por vos y él te negaba?
-(Sorprendida) No, para nada. Yo entiendo, cada uno tiene sus tiempos. Pero, además, eso pasó al principio de la relación. Cuando yo estaba embarazada nunca hizo eso. No puede haber rencor cuando hay amor.

-¿Y él siente lo mismo con vos? ¿Qué te dice?
-Sí. Yo siento que él está muy bien conmigo. Es muy atento. Me hace regalos, llama, está muy pendiente de todo; es muy buen compañero.

-Resulta difícil imaginarlo cambiando pañales o cocinando…
-Es que casi no está en casa, se la pasa trabajando: graba de ocho de la mañana a nueve de la noche, y cuando llega se pone a estudiar. Pero él tiene una ventaja sobre otros hombres: me fascina la cocina. Me la paso comprando libros de recetas y también invento platos. La cocina es algo que me encantó siempre; hasta soñé con poner un restaurante.

-El está por lanzar su nuevo disco y tendrá que viajar para promocionarlo. ¿Vos qué vas a hacer mientras tanto?
-Esperarlo en casa. No vamos a poder acompañarlo, me tendré que conformar con el teléfono. Ya nos pasó. Una vez estuvimos separados diez días, fue el máximo hasta ahora, y por ahí nos hablábamos una sola vez, pero la conversación duraba horas. Somos de extrañarnos mucho.

-¿Y qué hacés vos mientras él trabaja?
-¿Te parece que con tres hijos tengo poco? Me dedico a ellos, también trabajo de modelo, voy a clases de teatro como te conté, hago gimnasia y, cuando puedo, salgo con mis amigas.

-¿Qué opinan Teo y Noé de tu nueva pareja y su nuevo hermanito?
-No fue nada fácil y me dio un poco de miedo esa situación. Pero ahora todo está bien. Tienen una relación excelente con Emanuel, lo quieren muchísimo. El mayor, Teo, siempre fue un papito con el bebé, muy cariñoso. A Noé le costó un poco más, estaba bastante celoso de ver a su mamá con otro bebé. Era como medio fuerte, pero ya se adaptó.

-Una pregunta, ¿qué hiciste para estar tan bien a sólo tres meses de haber tenido a tu tercer hijo?
-Con el embarazo engordé sólo ocho kilos. Tenía un médico superexigente con el tema del peso. Igualmente, yo no tengo problemas con la comida, soy flaca naturalmente y la verdad es que no me privo de nada a la hora de comer. A los quince días de tener a Bautista estaba en mi peso, y al mes volví al gimnasio. Voy tres veces por semana. Y también salgo a correr una hora dos veces por semana. Eso ayuda.

-¿Qué sueños tenés hoy?
-Me encantaría tener más chicos, por ejemplo. Pero no es el momento y Emanuel está bien así. También me gustaría hacer tele, como te dije. Pero depende de cómo se nos vayan dando las cosas. Por ahí, terminamos viviendo en Miami. Aunque eso dependerá de los trabajos que me salgan.

-¿Y vivirían separados?
-Separados no. El iría allá por trabajo y vendría cada tanto. En eso somos muy independientes, cada uno tiene sus proyectos personales. Si se me presenta hacer una carrera acá y él tiene que trabajar allá, me quedaría. Yo no dejaría mis proyectos por Emanuel, ni él por mí. Nuestra relación va más allá de eso. Es mucho más fuerte.

-¿Se nota la diferencia de edad entre ustedes?
-No. Emanuel es muy maduro, pensá que vivió en distintos países, que se tomó en serio su carrera desde muy chico. No, no se nota.

-Pregunta inevitable: ¿casamiento?
-No, yo no creo que el casamiento modifique algo. No me niego, pero por ahora no lo creo necesario.

por: Mariana Montini
[email protected]
fotos: Santiago Turienzo
producción: Sofía Delger. Peinó: Elvio Casciano con productos Sebastian.
(Agradecemos a Ossira, María Vázquez y Lonté) Con el embarazo aumentó 8 kilos, y los bajó enseguida. No hizo dieta, pero al mes del parto (natural) se metió en un gimnasio. Ahora corre dos veces por semana -una hora cada vez-.

Con el embarazo aumentó 8 kilos, y los bajó enseguida. No hizo dieta, pero al mes del parto (natural) se metió en un gimnasio. Ahora corre dos veces por semana -una hora cada vez-.

Retomó las fotos y la pasarela, y va por más: quiere ser actriz. Además del bebé tiene otros dos hijos varones: Teo y Noé, de su anterior matrimonio con el modelo Fernando Ranuschio.

Retomó las fotos y la pasarela, y va por más: quiere ser actriz. Además del bebé tiene otros dos hijos varones: Teo y Noé, de su anterior matrimonio con el modelo Fernando Ranuschio.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig