Jorge Lanata se convirtió esta semana en el primer periodista en demandar al presidente de la Nación, Javier Miler, por “calumnias e injurias”. Después de que el mandatario lo haya tildado de “ensobrado” y de utilizar su programa radial en Radio Mitre para desinformar a la población sobre la visita del embajador de Israel, quien estuvo presente en una de las reuniones del Comité de Crisis.
En anteriores oportunidades el presidente había despotricado su enojo contra personalidades de la televisión como María Laura Santilán, Jorge Fontevecchia, María O'Donnell, Romina Mangel y Jorge Fernández Díaz. Pero Jorge Lanata no se la dejó pasar y acudió a la Justicia junto a su esposa y abogada, Elba Marcovecchio.
En diálogo con el Diario de Mariana, la letrada dio a conocer los puntos que hicieron al reconocido periodista tomar esta decisión de enfrentar a Javier Milei.
“Él ataca con lo que más ofende a la ética de un periodista y de cualquier profesional, que es la credibilidad. Y es algo que es verdaderamente deshonroso, como recibir sobres. Estamos hablando de plata espuria, una vergüenza”, comenzó analizando Elba Marcovecchio, las palabras del presidente en su cuenta oficial de X.
“Cuando lees su tweet, el primer punto es la calificación de ‘larretista’. Obviamente que no es una ofensa, porque no se puede calificar como ofensa. Pero no es una ofensa porque no se puede calificar como una ofensa. Pero sin lugar a dudas, quien la emite te está poniendo como que el otro tiene cierta ideología, por supuesto, distinta a la tuya”, continuó remarcando Elba los descalificativos del economista para con su pareja.
“Por eso insisto cuando vos tenés la figura de presidente respeto y el poder que tiene la figura de un presidente marcando en un periodista, según su entender, que tiene una ideología distinta, le está diciendo que o lo discrimina o hay intolerancia. Lo segrego por una ideología ideología distinta”, puntualizó en la discriminación que viviría Lanata y el resto de sus compañeros por oponerse a Milei.
“Y después le dice ‘no mientas’, ¡de qué mentira me estabas hablando! Esto es una cuestión de ejercicio del periodismo. Y la remata con una reafirmación que es retórica cuando dice: ‘decir la verdad requiere sobres’. Estamos hablando de toda una cuestión que son insultos. Y la libertad de expresión no incluye, no abarca y no ampara los insultos”, concluyó la abogada y esposa de Jorge Lanata