Pocos se resisten a pararse debajo y observar, mientras los operarios, sin siquiera intentarlo, hacen acrobacias allí, a la vista de cada transeúnte que avanza por las avenidas Corrientes y 9 de Julio. “Durante casi dos meses vamos a estar realizando tareas de mantenimiento y pintura en el ícono de la Ciudad y patrimonio de nuestro paisaje urbano”, decía Clara Muzzio (39), la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana, anticipando una puesta a punto que tardó cinco años en realizarse, (y no cuatro, como se estipula), “debido a las restricciones por la pandemia del Covid-19”.
¿El proceso? Lo cuenta Esteban Leis (37), gerente operativo de Parques Emblemáticos: “Además de las intervenciones en la reja perimetral metálica y la puerta de acceso al Obelisco, la puesta en valor está compuesta por tres etapas. Todo inició –detalla– con la limpieza del exterior, mediante hidrolavado a baja presión, para eliminar los residuos (restos de revoque, polvillo, hollín y elementos orgánicos), y el retiro manual de la vegetación adherida. A continuación –comenta–, llegó la restauración, que consistió en el sellado de grietas y fisuras y en la reparación de la superficie. Y, por último, el embellecimiento exterior”.
A cargo de los silleteros Vidal Espinosa y Gabriel Romero y el pintor a pie Gilberto Barrios, la fachada de 67,5 metros y cuatro frentes requirió 308 litros de pintura distribuidos en tres manos: una, con porcentaje de sustancia antigraffiti; otra, mediante un látex acrílico especialmente formulado para el Obelisco y, para culminar, una laca a modo de protección. Al mismo tiempo, las letras bajorrelieve fueron pintadas de dorado para que resalten.
La obra, dirigida por el arquitecto Eduardo Rizzo, inspirada en la construcción llevada a cabo en 1936 por modernista Alberto Prebisch, “se trató de un trabajo artesanal que se lucirá en las selfies de cada turista y ciudadano que visite nuestro querido Obelisco”, según sintetiza Leis, sobre el flamante semblante del monumento número 320 de las más de 2.200 obras registrada en el inventario del MOA (Monumentos y Obras de la Ciudad de Buenos Aires).
Edición de video: Cristian Calvani
Fotos generales: Fabián Uset
Fotos de las etapas de puesta en valor: Gentileza del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana del GCBA
Filmaciones: Cortesía del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Leo Ibáñez
Plano: Archivo del Centro de Documentación e Investigación de la Arquitectura Pública del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas
Agradecemos a Inés Barbitta Benítez