El negocio del tabaco: una historia de coimas, política y contrabando – GENTE Online
 

El negocio del tabaco: una historia de coimas, política y contrabando

La industria del tabaco –manejada a puro lobby por no más de media docena de compañías multinacionales– es una de las más importantes y millonarias del planeta. Un adelanto del libro La industria del humo (que editó Atlántida), escrito por el periodista Fernando Oz.
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Hasta el 20 de mayo de 2021 las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud indicaban que alrededor de 3,4 millones de personas habían muerto en todo el mundo como consecuencia de la pandemia de Covid-19 (cifra que, se sabe, podría ser mucho mayor). Para el mismo organismo, más de seis millones de personas mueren por año a causa del consumo de tabaco. Se estima que antes de 2030 el número de víctimas ascenderá a 8 millones y el 80 por ciento ocurrirá en países en vías de desarrollo.

Otra historia de contrabandistas

Philip Morris International (PMI)–Massalin Particulares tiene en Argentina una de las plantas de procesamiento de hojas de tabaco más importantes de América del Sur. Se encuentra montada en Rosario de Lerma, un lugar de un paisaje majestuoso en los cerros salteños. Allí mismo cuenta con hectáreas de plantaciones el carismático presidente de la Cámara de Tabaco de Salta, Esteban “Tuty” Amat Lacroix.

Fue quien cerró la planta de procesamiento de la Cooperativa de Productores Tabacaleros de Salta, aduciendo un plan de saneamiento de la cooperativa que él mismo conducía. Desde ese momento, toda la operativa posterior a la producción pasó a realizarse en las modernas instalaciones de Massalin Particulares. Por aquella planta en las tierras del general Güemes transita la mayor cantidad del tabaco que se produce en el país, y el 80 por ciento que es exportado. Con el 10,3 por ciento, Paraguay es el tercer destino de los embarques al exterior, por debajo de China y Bélgica, y por arriba de Estados Unidos y Turquía.

La mayoría de las exportaciones del tabaco Virginia que llega a Paraguay desde Argentina se procesa en la planta salteña de Massalin Particulares. El comprador es Tabacalera del Este S.A. (TABESA), la empresa que tiene el expresidente paraguayo Horacio Cartes en las afueras de Ciudad del Este, en la Triple Frontera; su mayor vendedor es la Cooperativa de Productores Tabacaleros de Salta.

El 4 de febrero de 2020 un equipo de agentes especiales incautó más de cuarenta millones de cajetillas de cigarrillos de contrabando en una zona boscosa en un predio de la represa hidroeléctrica Itaipú. La carga, que tenía como destino Brasil, se encontraba distribuida en quince camiones y doce lanchas. La mayor parte del cargamento era de las marcas de la tabacalera de Cartes, según informó la Unidad Interinstitucional para la Prevención, Combate y Represión del Contrabando (UIC). La información para el allanamiento llegó del sector de inteligencia de la base de la Policía Militar de la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu.

El titular de la UIC, Emilio Fuster, en declaraciones a la cadena ABC TV, dijo que gran parte del cargamento son de las marcas Palermo y Rodeo, de la tabacalera TABESA. En el megaoperativo, del que también participaron agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), sólo se realizaron tres arrestos: dos conductores de camiones y uno de lancha. No es la primera vez que se incautaron atados de las empresas de Cartes. Un respetable exagente que trabajó para el servicio secreto argentino (primero SIDE, después SI y ahora AFI) hasta fines del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, dijo no recordar los detalles del operativo en las orillas del lago Itaipú: “Tengo entendido que fue una tarea de inteligencia de Brasil, lo cual no me extraña: los paraguayos, en el mejor de los casos, no comparten información. Vos fijate que los paraguayos solo atraparon a tres perejiles”, señaló tras estar unos segundos en silencio, haciendo memoria.

El espía retirado pasó años atento a lo que ocurría en la Triple Frontera en materia de redes internacionales de crimen organizado: hablamos de terroristas hasta narcotraficantes, pasando por grupos dedicados al contrabando de cigarrillos. Ahora come papas fritas con queso cheddar y toma un Martini seco en un bar del centro porteño, en donde hay cinco mesas habilitadas. El lugar está vacío, y cuenta con un solo mozo y una joven en la caja. “Es lógico que no haya gente, nadie quiere salir con semejante pandemia”, comenta y luego sigue contando cómo es la ruta del contrabando de tabaco, del cual, según él, “un porcentaje” sale de la planta procesadora que Massalin Particulares tiene en Salta, hasta la fábrica TABESA en las afueras de la paraguaya Ciudad del Este, y regresa de manera ilegal al país, empaquetado con las marcas de cigarrillos de baja calidad o falsificaciones de las principales firmas del mercado, como Marlboro, Philip Morris o Lucky Strike.

“Si ves las estadísticas de incautación te vas a dar cuenta que la mayor cantidad de secuestros de cigarrillos se da en Brasil o en Argentina; en Paraguay, que es donde se almacena, se procesa y sale la carga, no se hace nada”, refuerza quien ahora trabaja en una consultora que solo atiende a compañías y corporativos VIP. Y vuelve a hablar cuando le traen una nueva porción de papas fritas. Según su lectura de la situación, las que más se benefician del contrabando son las grandes tabacaleras: “Los cigarrillos que entran de manera ilegal son los que se venden más barato en los kioscos o mercados de barrios humildes. Terminan compitiendo con tabacaleras nacionales que son las que venden cigarrillos de menor valor, no compiten con las grandes marcas. El tipo que tiene para comprar un Lucky Strike, no te compra un paquete de Rodeo, ilustra. “Otra cosa es cuando le falsifican la marca. Ahí sí se enojan. No les gusta un carajo cuando entran cigarrillos con el packaging de Marlboro, por ejemplo, porque eso sí les compite directamente a ellos”, agrega a su explicación.

Un importante comandante de Gendarmería Nacional y otro oficial de menor graduación, un comisario de la Policía Federal retirado y un exagente de inteligencia retirado del mismo cuerpo, dos jóvenes mandos medios de Prefectura Naval, un exdirectivo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y un topo especialista en informática de una de esas cuatro fuerzas coincidieron con el relato de quien pasó la mayor parte de su carrera en la Secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE). Las fuentes aportaron más o menos detalles, pero todos los consultados tienen un punto en común: en algún momento de sus carreras estuvieron destinados o dirigieron operaciones contra el crimen organizado en la Triple Frontera.

Un estudio de 2018 de la OMS colocó a Paraguay como el segundo país de origen de cigarrillos ilícitos en el mundo. Expertos reunidos a mediados de ese año en un seminario en Foz do Iguaçu señalaron que el 48 por ciento del contrabando que ingresa a Brasil desde Paraguay se da por el comercio ilegal de cigarrillos, lo que le causa pérdidas estimadas en los 44,3 millones de dólares al año. Los especialistas insisten en que el vasto ingreso de tabaco ilegítimo a Brasil y Argentina se debe a las diferencias tributarias con Paraguay.

“Yo supongo que la Cooperativa Tabacalera de Salta debe venderle a TABESA de buena fe, le deben vender lo de menor calidad. Como supongo eso, también supongo que los directivos de la cooperativa deben estar al tanto que de TABESA salen el 80 por ciento de los cigarrillos que ingresan ilegalmente al país. Lo que digo no es secreto, es público, se puede ver todos los días en las fotos que se publican en los diarios o en internet de los operativos de incautación que se hacen. La mayoría son de marca Rodeo, que se hacen en la fábrica cuyo mayor accionista entiendo que sigue siendo un señor que fue presidente de Paraguay y que sigue siendo muy amigo de un ingeniero que fue presidente de Argentina”.

El relato del exespía es un continuo cuadro de doble entrada cargado de ironía. “Algún funcionario de la cúpula de la AFIP debe haber recibido en algún momento un informe sobre el tabaco que sale de Argentina por una puerta, pasa por Paraguay donde lo rebajan, arman el cigarrillo, y se lo venden a bandas de contrabandistas que introducen al país ese mismo tabaco que después se vende a bajo costo. Supongo que en la AFIP debe haber información al respecto y seguramente también haya alguna extra sobre los montos del delito de evasión. Calculo que dicha información ya debe haber sido denunciada por la AFIP en la Justicia, imagina el consultor VIP.

Lo que dicen los conocedores del circuito del contrabando de cigarrillos por la Triple Frontera no se encuentra muy alejado de lo que explica Amat Lacroix durante una entrevista telefónica con el autor de La industria del humo. “Nosotros no vendemos (tabaco) a nadie en la Argentina. Nosotros exportamos el 100 por ciento”, comenta el defensor de la industria del humo antes de resaltar que desde Cooperativa de Salta “le vendemos a los compradores más importantes sin intermediario alguno”.

Ganadores y perdedores

De todos los aeropuertos del millonario entramado de la industria del tabaco, salen vuelos hacia Philip Morris International. Por alguna extraña razón o fruto del azar, la multinacional aparece a lo largo de todo el eslabón de circunstancias que rodean a las modificaciones a la norma tributaria que impulsó el gobierno de Mauricio Macri y de su posterior aprobación en el Congreso. Reforma cuyos principales beneficiarios fueron las grandes compañías, entre ellas PMI.

Ejecutivos de Massalin Particulares se reunieron en diferentes oportunidades con gobernadores, ministros de gobiernos nacionales y provinciales, senadores y diputados, para pedirles que apoyen la reforma que les bajaría impuestos y perjudicaría a las empresas más pequeñas. Como cortesía o desinteresada atención, en algunas de esas conversaciones habrían ofrecido palcos para partidos de fútbol de la primera liga o de tenis.

Algunas fuentes de la investigación periodística no descartan que en el Congreso haya habido una suerte de “Banelco” para que se aprobara la reforma tributaria. Un caso similar al escándalo que sacudió el Gobierno de Fernando de la Rúa, cuando se acusó a miembros del Senado de recibir dinero a cambio de la aprobación de una ley que jaqueaba a trabajadores y beneficiaba a las grandes empresas. Ninguna de esas fuentes pudo probar sus dichos. Por tal motivo, en la redacción de La Industria del Humo no se dieron detalles sobre esas acusaciones.

El caso de la planta procesadora que se encuentra en Salta no deja de ser extraño. ¿Otra casualidad? Probablemente. Quién puede creer que parte del tabaco que se exporta, termine estando en un porcentaje de los cigarrillos que luego ingresan al país mediante el contrabando. Los paquetes van a parar al mercado doméstico y son vendidos a bajo costo en los barrios de menores recursos. ¿Quiénes ganan con la maniobra, con este negocio?

Ganan las organizaciones criminales transnacionales que tienen al contrabando dentro de menú de opciones para realizar operaciones de lavado de dinero. Gana la industria del contrabando. El contrabandista de élite, el profesional que es un audaz transportista en escenario hostil; cruza cargas de manera ilegal por fronteras custodiadas, ya sea cigarrillos, drogas, armas y hasta seres humanos. Ganan los proveedores de las fuerzas de seguridad, de defensa y de los organismos de inteligencia. El negocio en el rubro de la seguridad en las zonas de frontera es millonario. Ganan las pequeñas bandas delictivas, que se dedican a custodiar y distribuir el tabaco. La mayoría de los detenidos por la comercialización de cigarrillos ilegales forman parte de un circuito delictivo de menor rango. Ganan muchos. Pero muchos más son los que pierden:

Pierden los adictos al tabaco: los informes realizados por la Organización Mundial de la Salud sobre la cantidad de víctimas dan una magnitud del problema. Pierden los gobiernos, que gastan millones en financiar al sistema de salud. Las enfermedades vinculadas al tabaquismo genera todo un presupuesto. Pierden las tabacaleras más pequeñas, porque son las que sobreviven con la venta de las marcas más baratas. Los cigarrillos que llegan al mercado sin pagar gravámenes y se venden a bajo costo no compiten de manera directa contra las grandes multinacionales. Quien no pierde es la cooperativa salteña que exporta a Tabacalera del Este S.A.: la planta donde se procesa parte del tabaco que va a parar a la fábrica del expresidente paraguayo Horacio Cartes.

"No te metas tanto, tené cuidado"

Lo narrado forma parte de una sucesión de hechos reales y oficiales, la mayoría de ellos procedentes de informes de organismos nacionales e internacionales, organizaciones no gubernamentales y asociaciones de profesionales. También se utilizaron expedientes judiciales, información pública y archivos periodísticos con información contrastada.

Toda la información del libro proviene de testigos o involucrados. Los entrevistados (productores, empresarios, sindicalistas, diputados, senadores, exfuncionarios) hablaron oficialmente y la información que aportaron representa el núcleo de La industria del humo. Otro grupo de personas conversó bajo garantía de anonimato: me dieron permiso para utilizar la información, pero no para atribuirle a su nombre. Ese tipo de datos fue normalmente complementario, y tales fuentes se utilizaron sobre todo para confirmar detalles aportados oficialmente por otros. El empleo de comillas o guiones de diálogos es fiel reflejo de lo dicho por los participantes, tal como dijeron que lo recordaban.

Esteban “Tuty” Amat Lacroix, uno de los principales hombres de la industria del humo en el país y defensor de los intereses de la multinacional Philip Morris International, no se equivocó cuando dijo que el millonario negocio del tabaco era tan interesante como amplio. “Es algo fascinante”, me comentó al pasar antes de advertirme: “Pero tené cuidado. Nada más. A mí me han dicho una vez: ‘’No te metás tanto, tené cuidado’. Es fascinante la plata que mueven estos tipos”

TABACO EN ALEM FOTO BLAS MARTINEZ

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