El negocio de la escalada urbana: cuánto cuesta instalar un muro y por qué crece como deporte en Buenos Aires – GENTE Online
 

El negocio de la escalada urbana: cuánto cuesta instalar un muro y por qué crece como deporte en Buenos Aires

Para los amantes de la escalada, es una buena opción para practicar en la ciudad, pero siempre con la expectativa de luego ponerla en práctica en la montaña.
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La postal es llamativa: una tarde de domingo en el barrio porteño de Núñez, cerca de 400 personas se concentran en una pared de roca artificial de más de 20 metros de altura. Entre niños de cuatro años, adolescentes, adultos y jubilados, todos comparten el mismo objetivo: escalar. Están en la Palestra Nacional de Andinismo, una estructura única en su tipo que funciona como epicentro de la escalada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La Palestra Nacional de Andinismo, en Núñez, donde niños y adultos practican escalada con arnés.

"Desde la ciudad se puede formar un montañista", dice Juan Cruz Casabona, presidente del Centro Andino Buenos Aires (CABA), una institución con 75 años de historia y más de 600 socios activos. El dato sorprende: lejos de los paisajes de Mendoza o Bariloche, la escalada también crece entre el asfalto porteño. Y en ese auge, los espacios indoor y la inversión en muros de entrenamiento se convirtieron en una nueva oportunidad de desarrollo para el deporte.

"En 2021 había solo seis muros en la ciudad. Hoy somos más del doble y siguen abriendo nuevos", aporta Leandro Drago, fundador de EPDRAGO, un espacio de escalada ubicado en el límite entre Flores y Caballito. Su local cuenta con un muro de cuatro metros de altura para la práctica de boulder (roca): "No hay arnés ni cuerda. Se escala a baja altura, sobre colchones, y con zapatillas especiales. Hacés más travesías horizontales y movimientos técnicos que altura. Para empezar, es ideal. Pero igual tenés que saber caer: acá enseñamos eso también", detalla el profesor.

En los espacios indoor donde se practica boulder, se aprende también técnicas para caer desde alturas medias y evitar lesiones.

Cuánto cuesta instalar un muro de escalada en Buenos Aires

El boom de la escalada urbana vino acompañado de una profesionalización de la infraestructura. Y como todo proyecto ambicioso, requiere inversión. Casabona estima que instalar un muro de escalada con un tamaño y calidad competitivos demanda entre 50.000 y 100.000 dólares. "No se puede empezar con menos de eso si se quiere hacer algo relevante", asegura. La cifra incluye desde las llamadas tomas -con las que se trepa-, muchas de ellas importadas, hasta los colchones de caída, los paneles fenólicos y la estructura general.

Los muros para la práctica de boulder pueden variar en dificultad según las tomas y la inclinación que tengan.

Pero el caso de Drago, la inversión fue de unos $2.500.000 entre materiales y estructura, sin contar mano de obra ni herramientas. "Sólo los colchones —cuatro grandes y dos chicos— me costaron $1.500.000 en su momento. Hoy un solo colchón grande está un millón. Así que si tuviera que armar todo esto de cero hoy, estaríamos hablando fácil de más de $3.000.000".

"La construcción, los equipos, el sistema automático de aseguramiento y las colchonetas fueron lo más costoso. Pero aposté a algo que me gusta, y que además tiene potencial de crecimiento", explica. Según su experiencia, la amortización de la inversión se puede alcanzar en un plazo de entre dos y cuatro años, dependiendo del modelo de negocio.

Clubes sin fines de lucro y emprendimientos comerciales

A diferencia de los gimnasios comerciales, el Centro Andino funciona como una asociación civil sin fines de lucro. Eso significa que todos los ingresos se reinvierten en el mantenimiento y desarrollo de sus espacios. "No tenemos socios accionistas ni dueños. Nadie se lleva un sueldo por administrar el club. Si sobra dinero, se usa para construir nuevos espacios o sostener los que ya existen", aclara Casabona, quien además es investigador del CONICET.

Las tomas se limpian y reubican cada periodos de 15 días a un mes, por mantenimiento y como forma de presentar nuevos desafíos a los escaladores.

Ese enfoque le permite al club tener una estructura amplia y flexible: si una de sus unidades da pérdidas un año, se compensa con otra. "Durante la pandemia, por ejemplo, tuvimos que sacar dinero de reservas para no cerrar ningún espacio. Nuestra prioridad es que todo el club siga funcionando", agrega.

En lo que refiere a precios, en la mayoría de los espacios se dividen entre pases libres -para quienes ya conocen la técnica y practican escalada por su cuenta- y las clases en los diferentes niveles. En la sede Rivadavia del Centro Andino, los precios de mayo indican: 1 pase $7000, 4 pases $21000, 8 pases $35000, mes libre $45500. Y las clases adultos: 1 clase $12000, 4 clases $38500, 8 clases $72000.

Los recorridos para escalar se determinan en los muros de boulder con patrones de formas y colores.

En el caso de Epdrago, los precios para libre son: 1 pase $10000, 4 pases $26000, mes libre $56000, mientras que las clases adultos: 1 clase $15000, 4 clases $48000, 8 clases $68000. En casi todos los casos se suma el alquiler de zapatillas -1500 a 3000 pesos por día, dependiendo el lugar- o para quienes tienen la posibilidad de comprarlas, ronda precios estimados desde los 120.000 pesos.

Un deporte con comunidad propia

En el Centro Andino hay entre 600 y 700 socios activos, pero en un trimestre rotan cerca de 3.000 personas. Los muros y cursos están abiertos también a no socios, lo que amplía la base de interesados. Pero lo que define a la escalada, tanto para Casabona como para Drago, es su dimensión social. "No es un deporte que hacés una vez por semana. Es una forma de vida", cuenta Casabona.

Los elementos de seguridad son una pieza fundamental en la práctica de escalada en palestra.

En los clubes, además, es común que haya intercambio de equipo, charlas técnicas, salidas organizadas y eventos masivos. El vínculo con la naturaleza también se cultiva desde la ciudad: muchos comienzan practicando en muros urbanos y luego se animan a salir a la montaña.

El anhelo en toda práctica de escalada en el ámbito urbano es poder llevarlo a la práctica en la naturaleza.

Cómo empezar a escalar en Buenos Aires

La curva de aprendizaje es más accesible de lo que parece. En el Centro Andino, por ejemplo, ofrecen un curso de escalada en roca que incluye cinco clases teóricas de tres horas y cinco clases prácticas. "Al terminar, ya estás en condiciones de escalar solo en la palestra. Incluso se toma un examen final y si lo aprobás, tenés acceso libre", detalla Casabona. El curso cuesta alrededor de 60.000 pesos.

Los elementos de seguridad son obligatorios para las prácticas de escalada, tanto en palestra como en la naturaleza.

El equipo básico para escalar indoor incluye zapatillas específicas y una bolsa de magnesio. Para quienes quieren salir a roca, se necesitan cuerdas, arneses, mosquetones y otros elementos técnicos. Una inversión conjunta entre dos personas ronda los 1.200 dólares, con una duración estimada de tres a cinco años.

La amenaza a la palestra y la pelea por conservar el espacio

No todo es crecimiento. La Palestra Nacional del Centro Andino Buenos Aires, una de las estructuras de escalada en roca más grandes del mundo, está en riesgo de ser demolida por una obra vial vinculada al Parque de Innovación. "Allí entrenan desde escaladores profesionales hasta la Policía Federal, rescatistas y comandos antárticos. Es una infraestructura clave, y hoy está colgando de un hilo", alerta Casabona.

La Palestra Nacional es un espacio único en el país para la enseñanza de la disciplina en condiciones seguras.

El club inició una demanda judicial contra el Gobierno de la Ciudad, y también está dispuesto a negociar: "Queremos que la dejen donde está y desvíen la obra vial o que construyan otra igual en otra parte. Lo que no puede pasar es que los porteños se queden sin palestra".

"No es solo un deporte, es la vida que elegimos"

Al hablar de escalada, Casabona no puede evitar expresar la pasión que lo atraviesa, explicando que no se trata simplemente de una disciplina que practica hace años, sino que se ha consolidado como una parte importante de su vida: “Es muy común que si vos escalás, tu esposa escale, tu hijo escale y vayan todos a la montaña juntos. Es un deporte que la gente lo vive así. Tenés la ventaja de combinar tiempo libre y vacaciones eligiendo destinos con montaña y podes vivirlo con tu familia y amigos. La actividad escalada trasciende mucho la parte deportiva, tiene mucha parte social y es la vida de uno”.

Fotos: Centro Andino - Ignacio Rial-Schies

 
 

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