La reina decidió que a partir de ahora no usará más prendas con pieles. La noticia fue celebrada entre los animalistas.
Si pensábamos que ya nada nos sorprendería de la reina Isabel II a sus 93 años, estábamos equivocados. Y la noticia viene por uno de los lugares más inesperados: su fastuoso guardarropa. El Palacio de Buckingham confirmó que la monarca británica no lucirá, a partir de ahora, nuevos atuendos que contengan pieles animales.
Sin embargo, hay que leer bien la letra chica. Es que, como el mismo Palacio informó: “Eso no significa que todas las pieles de las prendas ya existentes serán remplazadas, o que la reina ya no vestirá pieles nunca más. Seguirá usando las que ya tenía”.
La información fue ratificada también en un libro de memorias de Angela Kelly, la responsable del vestuario de Isabel II y su mano derecha. A partir de 2019, “si Su Majestad tiene que asistir a un acto un día de mucho frío, se emplearán solamente pieles falsas para abrigarla”. Además, algunas pieles de la máxima soberana, como un abrigo con cuello y mangas de visón que la misma Kelly diseñó en 2008, han comenzado a reemplazarse por otras sintéticas.
La histórica noticia fue aplaudida entre los animalistas. La reconocida asociación PETA, que brega por los derechos de los animales, fue una de las primeras en festejar lo que consideran un triunfo. “Estamos levantando una copa de gin y Dubonnet por la compasiva decisión de la reina de no usar piel”, expresaron en su cuenta de Twitter.
La asociación Humane Society International se sumó a los halagos y fue más allá. Pidió al gobierno británico seguir el ejemplo de la reina y prohibir la venta de pieles animales en el país.