A partir de este jueves 25 de febrero los cines volverán a abrir sus salas tras casi un año cerrados. El Gobierno Nacional autorizó su reapertura tanto en Ciudad como en Provincia de Buenos Aires, con público reducido.
En las últimas horas se confirmó el protocolo oficial que se deberá cumplir dentro de cada sala y también el Poder Ejecutivo aprobó los cuidados sanitarios que se llevarán a cabo para evitar la propagación del coronavirus.
En esta primera etapa se reducirá el número de las personas que asistan. En Provincia se arrancará con un 50%, mientras que en los cines porteños con un 30%.
Desde el Gobierno se argumentó que “la experiencia de cine es una actividad quieta y tranquila”, ya que en las salas los espectadores no interactúan, dado que el foco de atención está puesto en el objetivo de la concurrencia, que es ir a ver y disfrutar una película.
“Los espectadores permanecen en silencio, puesto que la conversación no es permitida ni tolerada. Adicionalmente, los cines cuentan en general con equipamiento y/o instalaciones que contribuyen a la renovación y ventilación del aire”, se precisó en los fundamentos.
Respecto al protocolo oficial, en las salas el uso del barbijo será obligatorio. Claro está que podrán sacárselo para ingerir alimentos o bebidas. Además, antes y después de cada función las salas serán higienizadas y sanitizadas.
Se podrá asistir en grupos de un máximo de seis personas. Éstas serán las conocidas “burbujas sociales de recreación” y la distancia de cada burbuja dentro de la sala será de dos metros. De esta forma se permite “compartir un mismo espacio en un ambiente controlado”, dado que “se mantiene la distancia entre grupos de personas no vinculadas”.