En 2019, la reina Máxima, su esposo, el rey Guillermo y sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariane se mudaron al palacio de Huis Ten Bosh, recinto en el que viven actualmente. Se trata de una propiedad majestuosa que fue construida en 1645 por pedido de la reina Isabel de Bohemia.
Sin embargo, antes de llegar a este recinto, en 2014 comenzaron con una rigurosa reconstrucción. Máxima deseaba darle un estilo mucho más moderno y allí empezaron con las refacciones que, además de llevar 4 años para su finalización, la obra tuvo un costo de 63 millones de euros.
Si bien se trató de mantener el estilo y conservar su estructura original, no solo desde afuera, sino también en su interior, hubo varios cambios significativos. Uno de ellos, sin dudas, es la remodelación del Salón del ADN, antes llamado Salón Verde, por el color de sus paredes.
En ese lugar, quien puso manos a la obra, fue el artista Jacob van der Beugel. Se mantuvo todo el mobiliario, pero a las paredes le dieron otra impronta. Por pedido de la reina, se estableció que las paredes llevaran la secuencia del ADN de los reyes. Así, 60 mil piedrecitas amarillas son la huella genética de ellos. En la obra también participó el genetista holandés Hans Clevers.
Por otro lado, el famoso Salón Azul, también llamado así por el color de sus paredes, fue remodelado. Aquí intervinieron Maurice Scheltens y Liesbeth Abbenes, que hicieron del lugar una suerte de museo. En las paredes están pintado el manto que llevó el rey Guillermo Alejandro I en la ceremonia de su coronación, un par de patines de hielo, un acordeón, una naranja aludiendo al apellido Orange, y la mascota de la familia.
La oficina de Máxima de Holanda es el recinto en el que se observa, tal vez, la parte más moderna. La impresionante lámpara que cuelga desde el techo sobresale y le da otra dimensión a la cuestión. además, aparecen distintas piezas de cerámica de Delft sobre una imponente mesa circular.
Por otro lado, la biblioteca se destaca por el color azul Francia y un mural botánico en una de las paredes. En cuanto a la iluminación, para darle ese toque distinguido y moderno, es LED. Está ubicada al lado de la oficina de Máxima.
Lo que llama la atención, pero que es algo que pasa de generación en generación en la realeza, son los retratos familiares y del resto de la Familia Real con sus correspondientes firmas. Además, resaltan los antepasados grabados en pinturas, que brillan como verdaderas obras de arte.
EL RESTO DE LAS FOTOS DEL PALACIO DONDE VIVE MÁXIMA: