En los últimos meses, a causa de la crisis originada por el coronavirus y el descenso de la actividad comercial, el emprendedurismo se introdujo en varios sectores sociales: los barrios populares no fueron la excepción.
La empleabilidad es uno de los principales ejes que, desde 2019, Cervecería y Maltería Quilmes se propone abordar mediante VALOR, su plataforma colaborativa de impacto social, que busca fortalecer a todas las organizaciones de la sociedad civil (OSC) del país con foco en educación, nutrición y empleabilidad.
La propuesta para este último foco es formar en emprendedurismo, sumar capacidades para tomar iniciativas propias e incorporar nuevos conocimientos para innovar en sus proyectos personales, o capacitarse para recorrer con más herramientas el camino del trabajo independiente o en relación de dependencia.
Los barrios de Villa Itatí y Villa Azul, en Quilmes, fueron los primeros espacios donde desembarcó VALOR. Además de la formación teórica y las distintas herramientas que ofrecen, se encuentran los talleres de emprendedurismo, una de las principales propuestas de la iniciativa.
El fin de cada uno de los talleres es que los referentes de cada OSC conozcan nuevos oficios y herramientas para emprender para que luego las puedan enseñar en sus organizaciones. Hasta el momento dictaron talleres de velas de soja, de confección de accesorios a partir de materiales reciclados y, próximamente, tendrán lugar los seminarios de electricidad y carpintería.
Iván Pavelic, fundador del emprendimiento con triple impacto Swahili (realiza mochilas, fundas y bolsas de supermercado a partir de plásticos descartados), dicta los distintos talleres de emprendedurismo. “Dentro del programa lidero la parte de empleabilidad. Es el segundo año que vengo enseñando la parte de oficio y talleres. El año pasado, cuando sucedió la pandemia, era todo virtual, este año pudimos empezar a trabajar de manera presencial”, explica.
Los miércoles cada 15 días cuenta con diferentes talleres para las mujeres líderes de las OSC y vinculadas a estas desde los que trabaja temáticas prácticas para realizar objetos con insumos reciclados, hasta talleres de formación en gestión, relacionamiento y administración de recursos y gestión de equipos de trabajo.
Antes de comenzar a dictar los talleres, Iván y la compañía ofrecieron una serie de opciones para que fueran las referentes quienes eligieran los cursos más viables y a los que le podrían sacar más provecho pero sobre todo, que fuera de su interés.
“Lo que trato de hacer en el taller es que se forme un grupo humano. Sacarnos las banderas y referencias y consolidar un grupo humano de trabajo. Que se genere empatía, compañerismo. Es muy divertido trabajar con ellas, creo que nos gusta a todas las partes. Se generan cosas muy lindas”, detalla Iván.
Los talleres se dividen en distintas partes: primero aprender el oficio y luego cómo vender lo que se produjo, a la que se suma un embajador de Cervecería y Maltería Quilmes para aportar sus conocimientos sobre marketing. “También trabajamos un montón las modalidades de trabajo en equipo, los roles, el conflicto. Está buenísimo porque a ellas (en relación a las referentes) les pasa día a día en su espacio y acá ven herramientas para afrontarlo”, concluye Pavelic.
En la Argentina, según los últimos datos difundidos por el INDEC, la pobreza en el segundo semestre del 2020 ascendió al 42% y más de la mitad de los niños de 0 a 14 años es pobre. Por medio de VALOR, Cervecería y Maltería Quilmes se propone contribuir a reducir la inequidad social fomentando la inclusión y la diversidad para construir una Argentina mejor. Si bien el principal municipio donde trabaja VALOR es Quilmes, la plataforma colaborativa se va expandiendo por el resto del país.
La plataforma se consolidó a raíz de una articulación público-privada con diversas asociaciones y entidades públicas, como la Universidad Nacional de La Matanza y Asociación Conciencia. Asimismo, cuenta también con embajadores de diversas áreas de la compañía que participan en todos los procesos del proyecto. VALOR se fija como meta de cara al 2025 ser la plataforma líder del sector privado en la articulación e inclusión del tercer sector, por medio de la transformación de la totalidad de las OSC que buscan generar un impacto social.
El emprendedurismo al servicio
A partir de la llegada de la pandemia, además de continuar con el programa gratuito de Fortalecimiento en Gestión, desde la compañía se enfocaron en ayudar con las necesidades básicas de cada organización: fabricaron alcohol en gel y pan de cebada para donar.
En estos desafíos también estuvieron involucrados emprendedores. El llamado Plan de Ayuda Humanitaria tiene un enfoque colaborativo e incluye la articulación de diferentes actores de acuerdo con su conocimiento específico.
Para convertir la cebada, el corazón de la cerveza, en pan y llegar a más de 50.000 personas, aunaron fuerzas con la panadería artesanal La Francesca, donde desarrollaron la receta y muelen la cebada para hacer harina, y también con Icedream, una panificadora de Merlo encargada de la elaboración del pan, para su posterior distribución con Cáritas y la empresa de triple impacto Nilus. Hoy siguen donando 30.000 unidades por semana llegando a más de 35 comedores comunitarios. La cebada tiene alto valor nutricional, es el cereal con mayor contenido de fibra y ayuda a prevenir enfermedades de corazón, diabetes y colesterol alto. Es altamente recomendada para la infancia, el embarazo y la lactancia.
A nivel sanitario se fabricaron y donaron 200.000 botellas de alcohol en gel y alcohol sanitizante al 70% en colaboración con la destilería Restinga, una PyME del Partido de Mar Chiquita (Provincia de Buenos Aires). Se hicieron a base de mosto cervecero fermentado posteriormente destilado. Además de a las OSC, se hizo llegar estos insumos al personal de salud de hospitales públicos y centros de atención primaria.