A poco más de un mes de la muerte de Santiago, su hijo enterneció a sus seguidores con un mensaje recordándolo.
“¡Buen viaje papi…! Gracias por darme los mejores 30 años de mi vida. Voy a ocuparme de que sigas vivo en el recuerdo de todos los que alguna vez hiciste reír. Y voy a intentar siempre que nuestro apellido sea un referente de diversión, lucha y superación. Esto éramos, siempre riendo y mirando hacia adelante. ¡Te voy a amar toda la vida viejo!”. Con estas palabras, el lunes 9 de diciembre Federico Bal (30) despidió a su papá Santiago Bal que a los 83 años, tras permanecer internado por más de una semana en coma farmacológico, murió en el Instituto Médico de Alta Complejidad.
Y hoy, cuando pasó poco más de un mes, el actor que se encuentra realizando temporada en Mar del Plata con la obra Mentiras Inteligentes, volvió a enternecer a sus seguidores con otra foto de su papá acompañado por el siguiente posteo: “Por suerte soy de los que no me quedo con nada adentro. Siempre fui de los que dije lo que pensaba. Soy de los que manifiesto amor a los que más quiero. Por eso te pregunto: ¿Hace cuánto que no le decís te quiero a tu viejo?”. ¿Pero por qué publicó este repentino posteo? Es que el jueves 30 de enero se estrena Rumbo al Mar, la última pelicula que el actor realizó junto a su papá. Y tal vez por eso, los recuerdos de su viaje juntos, se animó a una reflexión aún más larga.
“A no perder tiempo. Hay que darle valor a los que queremos brindandoles nuestro afecto. Es muy fácil perdernos en la vorágine de la rutina y olvidarnos de lo importante que es sabernos queridos y hacerle saber a los que queremos cuanto los queremos. Porque hoy están y mañana no. No pierdas el tiempo. Eso no lo recuperamos más. No te olvides de decir “te quiero”, fue el mensaje con el que Federico hizo reflexionar a muchos. La película protagonizada por Santiago y Federico fue dirigida por Ignacio Garassino y fue una idea de Juan Faerman. Increíblemente, como si se tratara de un giño premonitorio del destino, a Julio Pereyra (Santiago), le diagnostican poco tiempo de vida, por lo que decide emprender una última y épica aventura.
Y todo el film es un viaje en el que Julio le pide a su hijo Marcos (Federico) –un eterno inmaduro con el que siempre tuvo una relación distante– que lo lleve en su moto a cumplir su gran deseo frustrado: conocer el mar, tan alejado del Tucumán donde viven. Al final del film, el posteo que Fede le dedicó a la filmación y a su papá, cuando era consciente que le quedaba poco tiempo de vida. “Estoy muy emocionado. Mi primera y su ultima película. Van a poder disfrutar de esta historia llena de emoción en donde padre e hijo hacen un viaje que cambiara para siempre su relación”.