María Julia Oliván visitó a Juana Viale en "Almorzando con Juana" y reveló detalles de su vida profesional y personal. La periodista, que está casada y tiene un hijo con Ariel Straccia. El pequeño Antonio Straccia fue diagnosticada con el síndrome del espectro autista y contó que eso le cambió la vida.
Desde que le diagnosticaron autismo a su hijo, la periodista investigó sobre el tema y empezó a ayudar a familias de otros niños con esta misma condición. “Me enteré un año antes de la pandemia y siempre pensaba que tengo que escribirlo o ponerlo en algún lugar todo esto que estoy viviendo”, empezó diciendo Oliván.
Luego, reveló que empezó a hablar con personas que tenían vivencias parecidas y decidió hacer un podcast para ayudarlos. En el formato sonoro enlatado, cuenta cómo hace para ayudar a su hijo en el proceso de superear situaciones difíciles. Además, expresa todo lo que sabe del Trastorno del Espectro Autista (TEA).
“Es muy trabajoso, hay que ponerle mucho el cuerpo, pero también el dolor compartido, como digo en el podcast, duele menos, entonces es muy importante ese lazo”, agregó María Julia ante la mirada atenta de Juana Viale y el resto de la mase.
“Conversar con una madre que le dicen que su hijo no puede entrar al colegio… eh escuchado cosas tremendas”, dijo la periodista. Entonces, Viale le preguntó si los pequeños con TEA sufren al no ser comprendidos.
“Los niños con autismo son niños, primero que nada, entonces que no pueden hacer interacciones sociales con otro de una manera típica, hablando y jugando, no comprender esa regla, no hace que cese el deseo de estar con chicos, es el deseo más grande”, contestó Oliván.
Luego, agregó: “Nosotros tenemos que habilitar la posibilidad de comunicarse, no es un problema que ellos tienen con el mundo, sino que el mundo tiene con ellos porque lo que separa a las personas con una neurodiversidad, genera que el mundo tenga que proporcionar una adaptación para que los demás funcionen”.
Entonces, contó que su hijo hace cuatro horas de terapia por día, pero aclaró: “A los chicos hay que potenciarlos, empoderarlos y enseñarles lo copado de ser diferente, a disfrutar. Si vos disfrutás de tu hijo que es diferente, él va a disfrutar de la estadía con los otros”.
Por último, María Julia Oliván cerró diciendo: “A mí me encanta la personalidad de mi hijo porque él está feliz con él y con los demás, va por el mundo abrazando gente, aplaude a los que ve que hacen algo copado, pide aplausos cuando él hace algo bien”.
Sin embargo, la periodista admite que no todo es tan simple y que obvio: hay momentos duros que es clave saber aceptar y transitar con calma.
Todos los padres de chicos con autismo nos sentimos desbordados, nos pasan cosas como a cualquier padre pero más, porque los chicos necesitan más estímulos y tienen otros tiempo. Tenemos los nervios a flor de piel pero el poder reponernos y saber qué hacer es la clave de todo. Los chicos tienen un problema de comunicación y lenguaje y hay que poder descubrir qué los está perturbando en ese momento para ayudarlos".