El embajador de El Salvador: “Aunque Bukele tiene sus detractores, su lucha contra la inseguridad y la corrupción nos hizo renacer como país” – GENTE Online
 

El embajador de El Salvador: “Aunque Bukele tiene sus detractores, su lucha contra la inseguridad y la corrupción nos hizo renacer como país”

José Eduardo Cardoza Mata, embajador de El Salvador
Se llama Eduardo Cardoza Mata, tiene 36 años y hace 17 que vive en Buenos Aires, adonde llegó en 2007 para estudiar Relaciones internacionales. “Desde chico escucho tango y ahora me gusta el mate amargo... De alguna manera siempre estuve conectado con Argentina”, admite.
Actualidad
Actualidad
José Eduardo Cardoza Mata, embajador de El Salvador
Cardoza Mata rodeado por la los dibujos y pinturas de la muestra Confluencias: Una mirada introspectiva, de su compatriota Lucila González, que puede apreciarse en la Embajada de El Salvador en Argentina.

Nació el Día de la Independencia de su tierra, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica: países centroamericanos que lograron su libertad el 15 de septiembre de 1821. “Así que ya desde chico cada jornada de cumpleaños bromeaba con que los desfiles militares y actos que pasaban por televisión estaban dedicados a mí. ‘Festejan mi cumpleaños’, repetía yo…”, bromea desde su oficina en un primer piso de Avenida Santa Fe al 1300, Eduardo José Cardoza Mata (36, soltero), embajador de El Salvador en Argentina desde 2020, dos siglos luego de aquel acontecimiento histórico que los liberó de México y España.

–En aquellos tiempos, cuándo se dio cuenta de que había nacido el Día de la Independencia de Centroamérica y su patria, ¿ya empezó a soñar con ser diplomático?

–De chiquito vislumbraba que deseaba a servir al país. Incluso llegué a imaginarme como presidente. Luego pensé en canciller, en asesor. Siempre me gustaron la política, la historia, la cultura. Luego la vida me fue llevando a desarrollarse sobre todo en áreas de las ciencias sociales. No sé si ya pensaba en ser diplomático, pero sí sabía lo qué no quería estudiar: matemática, medicina, ingeniería, nada relacionado a los números. Y la cuestión fue derivando por diversos caminos, hasta que se hizo carne el honor de representar a El Salvador en el extranjero.

El embajador en su oficina de Avenida Santa Fe al 1300 saboreando café de su república, que "los argentinos deberían envidiarnos porque es de gran puntaje y reconocido a nivel internacional".

–¿Qué caminos, qué carrera decidió cursar, entonces?

–Pensé en Derecho, como mi papá y gran referente desde niño: un abogado y notario (escribano) de formación que ha servido muchos años como funcionario, con varios cargos públicos en El Salvador. Años después me enteré de que él quería estudiar diplomacia pero no pudo. Miguel Ángel (67) y Evelyn (68), mis padres han acompañado mi vocación. También mi familia. Sumo hermanastros y hermanos de sangre. Somos seis, yo el menor de todos, y nos llevamos bárbaro.

–Si su gran referente fue don Miguel Ángel, ¿Por qué no se decidió por el Derecho?

–Porque descubrí una carrera que desconocía, Relaciones internacionales. Cómo sólo la ofrecía la Universidad de El Salvador, la institución de educación superior más grande y antigua de nuestro país y la única pública allí, me puse a investigar opciones en el extranjero. Y, ¿puedes creer?, ¡ahí la vida me llevó a Argentina! En 2007 ingresé en la Universidad de Belgrano, recibiéndome como licenciado y sumando una maestría en Relaciones internacionales de Europa y América Latina.

–Es decir que entrenó en el propio terreno donde “la vida” lo pondría a prueba…

–Tal cual. En 2013, por mi experiencia allí, me designaron primer secretario de la embajada de El Salvador. Y siete años después, en plena pandemia, embajador oficial. Argentina ha sido mi destino profesional y desde todas las áreas: consulares, administrativas, financieras, políticas, culturales, de cooperación.

Cuando visitó el Glaciar Perito Moreno, en el departamento Lago Argentino de la provincia de Santa Cruz.

Entre la vasta Argentina, su receta de las pupusas y “las charlas de café” como conducta a incorporar

“Cuando llegué, me encontré con una nación que aún se estaba levantando de la crisis de 2001/2002”, retrocede el calendario de su memoria Cardoza Mata. “Era 2007, finalizaba el mandato de Néstor Kirchner, Cristina Fernández ganaba su primera elección. Argentina venía saliendo de la crisis, estabilizándose”, recuerda. Al tiempo que conserva latente la sorpresa que le causó “la vasta oferta de Buenos Aires a nivel teatral, musical, cinematográfica. Me acuerdo haber llegado a la calle Corrientes, con sus teatros y librerías, y sentirla muy parecida a la Broadway Street de cuando yo había visitado Nueva York tiempo antes. Sin embargo, para entender cómo es Argentina hay que vivirla, vibrarla. Argentina impacta.

–¿Qué otro lugar de nuestro país lo impactó?

–El Calafate, por su Glaciar Perito Moreno y el tamaño de dicho glaciar. Hasta me bebí un whisky ahí arriba... Son cosas que en El Salvador no estamos acostumbrados a ver. También las Cataratas del Iguazú y su Garganta del Diablo, esa tremenda caída de agua. Inclúyelas, por favor.

–¿Y qué nos sorprendería a los argentinos de El Salvador?

–La dimensión, porque ustedes los argentinos están acostumbrados a grandes extensiones de tierra y distancias. Lo que comentaba recién sobre el glaciar: tomarse un avión de tres horas y media para ir a un lugar que pertenece al mismo territorio de donde se despegó nos parece de película. O que para ir al Océano Atlántico o a las sierras deban manejar cinco horas. En cambio El Salvador suma 20 mil kilómetros cuadrados, una cifra similar a los de la provincia de Tucumán, con todo cerca y accesible desde la capital. Hablo de las playas del Pacífico, los volcanes, lagos, las ruinas mayas, 300 kilómetros de costa, oleaje constantes para surf (de hecho hace poco se realizó el Surf City El Salvador Pro, un campeonato importante con locales y extranjeros)... Sucede que allí hay un clima bastante parejo durante el año que oscila los 32, 33 grados de calor seco y agua bien cálida, que contribuye a esta práctica.

–¿Qué deberíamos envidiarles a ustedes?

–El café, de gran puntaje y reconocido a nivel internacional, y luego, bueno, las pupusas, por ejemplo.

–¿Pupusas?

–Al margen de que contamos con una muy buena costa y por ende con excelentes productos marinos, nuestra comida típica tiene como base el maíz y sus derivados. Y de allí surge la pupusa, una tortilla de maíz que constituye parte de la dieta básica de todo salvadoreño. Es el plato de todos los días.

José Eduardo Cardoza Mata, embajador de El Salvador
Hincha de Deportivo Águila en su país, en Argentina simpatiza por San Lorenzo de Almagro, "el club del papa Francisco".

–¿Se anima a soplarnos la receta?

–Por supuesto... Hecha de harina de maíz, se le agrega pasta de poroto (frijoles, como les decimos nosotros), pasta de carne de cerdo y queso, y se acompaña de un encurtido de cebolla que viene con vinagre y una salsa de tomate natural. Es muy sabrosa. Si acá abundan las pizzerías, allí abundan las pupuserías. En Argentina en Buenos Aires hemos identificado dos personas que trabajan y hacen pupusas, pero no son los mismos insumos.

–¿Y qué nos envidian ustedes a nosotros?

–El nivel del fútbol. ¿Te acuerdas cuando compartimos el Mundial España 1982, nos ganaron 2-0 y luego  partieron tempranito, en la segunda fase?

–¿Durante esa misma competencia ustedes no cayeron 10-1 contra Hungría?

–No quería tocar ese tema, jajaja… Hablando en serio y más allá del deporte, a nosotros también nos gustaría -y estamos trabajando en ello- llevar a cabo el rescate cultural que hacen ustedes de sus tradiciones, con el mismo tango, el teatro, el cine. Para promover nuestras raíces y mantenerlas vivas.

–¿Qué usos y costumbres nuestras adoptó?

–Buenos Aires es una vorágine constante, una ciudad muy frenética como no lo es San Salvador, nuestra capital. No obstante, creo que me acoplé a su ritmo. No sólo eso. Me gusta la música costumbrista de mi país, pero también el tango: lo escucho desde chico, por mi abuela Yolanda, y ahora además me gusta el mate amargo, una infusión muy interesante, y hago asados... Siento que de alguna manera siempre estuve conectado con Argentina.

–¿Y qué más nos une?

–La juntada del fin de semana aquí es como la de las pupusas de allá. El salvadoreño es muy “familiero”, tal llaman ustedes. Reunirse alrededor del platillo de comida sería algo que a la distancia nos une maravillosamente. También, y volvemos a algo que te comenté, el café. Me ha llamado mucho la atención la manera en que ustedes tienen incorporada la cultura del café como ámbito para charlar, para convocar. Y una idea que queremos promover es posicionar al café salvadoreño para que acompañe esa buena conversación a la que ustedes están acostumbrados. Si a sus charlas de café le suman nuestro café, van a dar un saltito de calidad (sube y baja la cabeza).

Junto al presidente Javier Milei.

“Casi todos los países centroamericanos encuentran inspiración en la bandera argentina”

Afirma desde su oficina consular que los salvadoreños residiendo en Argentina suman alrededor de 1.500. Pero pronto aclara a Revista GENTE que ”sin embargo, se trata de un dato estimativo porque muchas veces nosotros tomamos conocimiento de un compatriota cuando viene a tramitar un documento o a preguntar algunas cuestión. No obstante, el que le menciono es más o menos el promedio radicado aquí”, añade al tiempo que informa que a nivel mundial existe una diáspora muy grande y pujante de salvadoreños entre Estados Unidos, el resto de América del Norte y Europa, que llega a los tres millones distribuidos especialmente entre esas tres latitudes. “Sí, la mitad de los 6,5 millones que habitan nuestro territorio”, ilustra.

–Habla, en principio, sobre nuestro país: ¿Cómo es la relación diplomática entre Argentina y El Salvador?

–Históricamente muy sólida. ¿Sabías que las banderas salvadoreña y de casi todos las naciones centroamericanas encuentran inspiración en la de ustedes? Claro, porque cuando en el primer cuarto del siglo XIX el capitán de navío Hipólito Bouchard, camino a California, llegó a nuestras costas, lo primero que hizo fue ondear la bandera de Argentina contra el poderío español. Y al poco tiempo se declaró la Constitución de las Repúblicas Centroamericanas. Así que la relación entre ustedes y nosotros siempre fue cordial, más allá de los gobiernos de turno. Para el caso, y viniendo más acá, Argentina nos ha compartido su experiencia en el tema agrícola-ganadero.

José Eduardo Cardoza Mata, embajador de El Salvador
"Los salvadoreños que residen en Argentina suman alrededor de 1.500. Sin embargo, se trata de un dato estimativo porque muchas veces nosotros tomamos conocimiento de un compatriota cuando viene a tramitar un documento o a preguntar algunas cuestión”, informa Cardoza Mata.

–¿En qué áreas se consuma el intercambio comercial entre El Salvador y Argentina?

–Lastimosamente la balanza comercial es deficitaria para El Salvador, porque nosotros les compramos más a ustedes de los que les vendemos. Los rubros son especialmente vehículos, maquinaria agrícola, productos de la industria farmacéutica. También les vendemos estos últimos, aparte de materiales plásticos, pero estamos trabajando para aumentar el intercambio. El caso del café, como le comenté.

–Mencionó también a Estados Unidos... En tiempos en los que en Argentina se habla de dolarización, ¿cómo ha sido dicha experiencia en El Salvador, cuyas monedas oficiales actuales son la estadounidense y el bitcoin? ¿Cómo es vivir en dólares?

El proceso de dolarización en El Salvador comenzó a inicios de este milenio. En su momento hubo una suba de precios porque se fijó una paridad cambiaria respecto a la moneda anterior, el colón: un dólar era igual a 8.75 colones. De entrada hubo incertidumbre, hasta que con el mismo proceso se fue normalizando. Ahora ya nadie recuerda al pobre colón. No circula. A ello hay que agregarle que desde septiembre de 2021 -y esto sí fue una visión estratégica de avanzada del presidente Bukele- se implementó el bitcoin como moneda de curso legal, aparte del dólar. Esto nos colocó en la vitrina internacional al ser el primer país en legalizar las criptomonedas. Hoy, como sucedió justamente con el dólar en su momento, la población transita la etapa de adaptación. La realidad ya nos indica que la medida fomentó que muchos bitcoiners internacionales lleguen a El Salvador.

–¿Cuánto promedia de inflación de El Salvador y qué factores la determinan?

–Escasa, de alrededor del 3, 4 por ciento anual. Desde la dolarización bajó. Aunque nunca se trató de los niveles argentinos. Ocurre que las causas son muy diferentes. Allí importamos alrededor del 80 por ciento de lo que consumimos. Entre ellos, energía (petróleo, gas…). Nuestra inflación por lo general viene atada al alza internacional de los precios. No depende de nosotros.

José Eduardo Cardoza Mata, embajador de El Salvador
En su despacho del primer piso, secundado por su bandera salvadoreño.

De las pandillas y las calles y el “no quiero ser el presidente honesto rodeado de ladrones”, a una polémica reforma constitucional

“Te lo respondo enfocado en Bukele, no en otros casos –lanza Eduardo Cardoza cuando le preguntamos si le parece sano para la democracia que un mandatario supere los dos períodos de mandato, algo que se viene discutiendo en su nación y tanto se ha discutido a lo largo de la historia latinoamericana-: soy salvadoreño y siento que nuestro presidente ha hecho muy buenas cosas y llevado a cabo grandes transformaciones que merecen continuidad a través de su persona o de alguien que designe”, redondea su postura el entrevistado respecto a la propuesta que, de prosperar en la Legislatura, podría establecer un mecanismo para reformar la Constitución, dándole continuidad ilimitada al quien el 1ro. de junio de 2019 y por un lustro asumiera los destinos de su país.

–¿Cómo y cuánto entiende usted que ha cambiado El Salvador desde que Bukele tomó posesión del cargo?

–Muchísimo. Apenas ingresó, se implementó una estrategia de seguridad que le viene dado grandes resultados. De hecho, el avance en ese aspecto y la decisión de legalizar el bitcoin como nueva moneda de curso nos viene mostrando como un buen destino para turistas e inversionistas internacionales, los que ahora nos ven como un lugar para visitar sin inconvenientes y en el que pueden crecer sus negocios.

–¿Cuál fue la génesis de la estrategia de seguridad que usted pondera y tanta polémica viene generando en el continente, a partir del accionar de las fuerzas de seguridad que, según ciertas denuncias locales, transitan un límite muy delgado respecto a los derechos humanos?

–Se tomó una estrategia para aplacar un fenómeno que desde principios de los Noventa nos venía desangrando como sociedad y había tomado dimensiones bastante importantes en cuestión de homicidios, a partir de la rivalidad de las maras: dos grandes pandillas pugnando por territorios. De hecho, la estrategia se llama Plan Control Territorial y busca que el Estado recupere los espacios tomados por estos grupos criminales. A partir de la iniciativa, las estadísticas se redujeron de manera relevante, pasando de una tasa de homicidios de 106,3 por cada 100 mil habitantes, en 2015, a una de 2,4 en 2023, y sosteniendo un promedio de homicidios del 0,3 por ciento anual. Calcula que llegamos a ser de los países más violentos del mundo… Ya vamos por la Fase 6 del plan.

–¿Qué hay de las críticas respecto al trato en detenciones y a las condiciones carcelarias?

–Como toda gran política, la de Bukele tiene sus detractores. Sin embargo, su proceso de reforma y la implementación del Plan ha contado con el apoyo del Congreso de El Salvador. Si bien es un plan ideado por el Ejecutivo, el proceso de reforma legal lo ha llevado a cabo la Asamblea Legislativa, el Poder Legislativo. Sí, han habido algunas críticas a nivel internacional, principalmente por parte de ONGs de derechos humanos. Nos hemos hecho eco. En especial a partir del Régimen de excepción, que se viene prorrogando cada tres meses, también cuenta con el aval del Congreso y ha dotado de las herramientas necesarias tanto la policía como a la Fiscalía General de la República para que lleven a cabo una exhaustiva y efectiva investigación del delito y tomen las decisiones más en firme. Como mencioné, las críticas principalmente han sido de las ONGs de derechos humanos. Pero los sondeos previos a la elección del presidente han dado que nueve de cada diez salvadoreños aprueban estas medidas. ¿Sabes por qué?

José Eduardo Cardoza Mata, embajador de El Salvador (con Ariel Blufstein)
Así define Ariel Blufstein, anfitrión diplomático de la sección ConfraternizAR, de GENTE, a Cardoza Mata: "Siempre presente, aspecto importante en la diplomacia para fortalecer lazos y construir relaciones, Eduardo, es egresado de la carrera de Relaciones internacionales y uno de los embajadores acreditados más jóvenes en nuestro país -afirma Blufstein-. Conocido por mantener un vínculo de mucho cariño y respeto con sus colegas, gracias a su calidez y buen trato, constituye un ejemplo de que el trabajo siempre da sus frutos. Con su perseverancia, llevó a la embajada de El Salvador a lo más alto", culmina.

–Coméntenos..

–Porque el Centro Histórico de San Salvador, nuestra capital, llegó a estar tomado por tales bandas de criminales, y ahora la gente vive allí tranquila y en paz. Allí había comunidades enteras que dichos grupos controlaban, por lo que su gente debía salir temprano a trabajar, volver a las cinco de la tarde y encerrarse en su casa, sin poder usar la plaza, los parques públicos, para evitar a los delincuentes, que controlaban cada sector y hasta extorsionaban a los pequeños comerciantes de la zona. Algo bien fuerte que ahora ha cambiado y la gente apoya. En especial porque estos grupos ya no se encuentran en esos territorios. Bukele nos ha hecho renacer como país.

–No es la única bandera que flamea: Bukele también ha hecho de su lucha contra la corrupción casi una cuestión personal, ¿verdad?

–Cierto. En su informe del cuarto año de gestión, en 2023, presentó otro plan, el de lucha contra la corrupción. Desde su llegada al poder han sido detenidos funcionarios sobre todo por malversación de fondos y cohecho. El último caso fuerte fue el de Christian Flores, el comisionado presidencial para Proyectos estratégicos, aprendido, detenido y llevado a los tribunales hace unas semanas para iniciarle juicio. El combate contra la corrupción es fuerte en El Salvador porque incluye el saneamiento interno de las instituciones. ¿Qué se le puede exigir al pueblo si sus funcionarios no cumplen con sus tareas? En una famosa conferencia que encabezó Bukele reunió a su Gabinete, al responsable de la Fiscalía General de la República y al director de la Policía Nacional y les dijo, demostrando su calidad de hombre de principios: “Por favor, fiscal investigue a todos los que se encuentran en esta sala, porque no quiero ser el presidente que no robó pero se rodeó de corruptos”. Para él “ningún funcionario debe tomar el dinero del pueblo. Nunca".

Cómo describe Ariel Blufstein, anfitrión diplomático, a Eduardo Cardoza Mata

"Siempre presente, aspecto importante en la diplomacia para fortalecer lazos y construir relaciones, Eduardo es egresado de la carrera de Relaciones Internacionales y uno de los Embajadores acreditados más jóvenes en nuestro país, conocido por mantener un gran vínculo con sus colegas, de mucho cariño y respeto. Gracias a su calidez y buen trato, Eduardo logra enfrentar la diplomacia desde un lugar distinto, siendo a su vez un ejemplo de que el trabajo siempre da sus frutos. Gracias a su perseverancia, llevó a la Embajada de El Salvador a lo más alto".

Fotos: Alejandro Carra

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig