Uno de los momentos más difíciles en la vida de Lucía Galán se dio en el año 2006, cuando en una gira por México la cantante sufrió un ACV. En diálogo con Ángel De Brito la reconocida artista recordó este momento y cómo con la ayuda de su hermano, Joaquín Galán, logró volver a subirse a un escenario sin miedo.
“Me sentí bien en el escenario, pero llegué al hotel y empecé a sentir taquicardia, palpitaciones y mucho dolor de cabeza. Intenté ir al baño y me caí porque la pierna derecha no me respondía, y se propagó a todo al lado derecho de mi cuerpo”, recordó los primeros síntomas que sintió en aquel entonces.
Preocupados por lo que le ocurría la producción de los Pimpinela decidió llamar a la Cruz Roja Mexicana, que quisieron internarla en la ciudad de Zacatecas, pero Lucía se negó rotundamente ya que tenía conocimiento de que existía en Chihuahua un centro especializado en neurología, al que podía acceder al día siguiente.
“La pierna la recuperé pero el brazo no. Tardé unos ocho meses en recuperarlo. Volvimos para Buenos Aires y ahí empecé la recuperación. Hice todos los estudios. Y me dijeron que era un accidente cerebrovascular isquémico. O sea, no es derrame, es un sangrado”, explicó Lucía Galán sobre el diagnóstico que recibió tras el episodio.
“A los tres meses dije: ‘bueno tengo que subirme a un escenario de nuevo, sino no me voy a subir más’. Me acuerdo que fue un festival en el interior del país, que había como 50 mil personas. Y entonces me subí y me dio tanta impresión verme que en la primera canción me desmayé. Ahí subieron, me agarraron y ese tape recorrió el mundo entero”, dijo aún muy incómoda sobre las imágenes que circularon por meses, y que más nerviosa la ponían para retomar su labor.
Esta situación hizo que durante tres meses Lucía Galán sufriera ataques de pánico, que hasta el día de hoy continúa trabajando. Pero la ayuda de su hermano Joaquín fue la que la terminó salvando e incentivando a hacer lo que siempre le apasionó: cantar.
“Joaquín pensó un montón de ideas para que yo me sintiera cómoda en el escenario. Tenía una banqueta, un sillón del otro lado, parecía una sala. Teníamos varios videos stand by como para que si yo quería salir del escenario, largaran un video. O sea, mi hermano pensó todo como para que si yo sentía que me tenía que ir me pudiera ir”, concluyó aún sin poder creer el amor que puso su hermano para que todo fuera perfecto en su regreso al show icónico de los Pimpinela.