El actor cuenta cómo la película Rocky lo ayudó a recuperar a su mejor amigo.
A principios de los 70´s la vida de Sylvester Stallone era muy diferente a la que le conocemos. No llegaba a fin de mes y vivía en una pensión sobre una estación de subte. Eso sí, no estaba solo, su perro Butkus lo acompañaba. "No había mucho que hacer excepto pasar tiempo juntos y ahí es donde comencé a aprender el oficio de la escritura de guiones. Como nunca salí, confié en su compañía, y en realidad fue su idea escribir Rocky, pero no se lo digan a nadie", relató hace unos años el propio actor en sus redes.
Años más tarde, cuando las cosas empeoraron, el actor dice que tuvo que venderlo por 40 dólares frente a un supermercado 7-Eleven "porque no podía pagar la comida". Luego, "como un milagro moderno", el guión de Rocky se vendió y lo primero que hizo fue buscar a su compañero de vida. Como estaba desesperado y se notaba su deseo de recuperarlo, el nuevo dueño le cobró 15 mil dólares para entregárselo. "¡Valió la pena cada centavo!", escribió el astro de Hollywood.
La historia no quedó ahí. Stallone estaba tan emocionado por haber recuperado a su mejor amigo, que quiso incluirlo en el reparto de Rocky. Fue así que la dupla se volvió súper famosa y es hoy día que los fanáticos de la saga son grandes admiradores también del can.
Fotos: Instagram y Archivo Atlántida.