"El primer 2 de febrero sin poder decirte #FelizCumpleaños. Cada día es más dificil enfrentar esta cruda realidad. Tu sonrisa, tu actitud, tu bondad que siempre reflejó tu mirada, esa caricia protecotra y ese privilegio de haberme levantado cada mañana a tu lado que ya no tengo más", arrancó escribiendo Ana Rosenfeld en su cuenta de Instagram en el día en que Marcelo Frydlewski hubiera cumplido 68 años.
"Se que ya no cumplís años, pero cada 2 de febrero prenderé una vela en tu homenaje. Dios te cuide donde estés", concluyó el emotivo posteo de la abogada.
Quién era Marcelo Frydlewski
Empresario de perfil bajo, contador de profesión, Marcelo Frydlewki -conocido como "amorcito" para el entorno de Ana- fue el gran compañero de la abogada. Estuvieron 36 años casados y tuvieron dos hijas: Pamela y Stephanie.
Era amante de los viajes y amaba navegar por el río de la Plata y pasar tiempo en las playas de Miami, donde pasaba gran parte de su tiempo libre junto a su esposa. Fue justamente allí donde el empresario y su esposa contrajeron Covid, a pesar de haberse vacunado en los Estados Unidos.
Frydlewski contaba con las dos dosis de la vacuna de Pfizer y según una información brindada por Yanina Latorre en LAM -el programa que conducía Angel de Brito en eltrece- contrajo la variante Delta. Hace exactamente tres años había sido intervenido quirúrgicamente debido a un cáncer pulmonar, por lo cual estaba dentro del grupo de riesgo.
Ana Rosenfeld habló en LAM por primera vez
El 9 de octubre falleció Marcelo Frydlewski y la primera entrevista que brindó la abogada fue para LAM, el 1ero de noviembre del 2021. Allí contó cómo se desencadenaron los hechos que terminaron con la muerte de su marido.
"Estábamos pasándola muy bien, cuidándonos", dice. "Yo tenía un malestar que no llegué a entender... Le dije "Amorcito, me voy a hisopar". Y él me dice: "Nena, hace dos años que todas las noches sentís que tenés COVID", cuenta. "Él me decía "si yo me contagio COVID, me muero". Siempre lo decía... Cuando di positivo, nos miramos diciendo qué es lo que se viene", sigue diciendo.
Y aclara que nunca supo "que el octavo día era bisagra". Recordó que "Los primeros días de Marcelo fueron increíbles, nos reíamos...". Pero al octavo día se levantó y ya tenía otros síntomas que la preocuparon a Ana.
La diabetes fue determinante para él
"No fue el cáncer de pulmón lo determinante en él. Tenía diabetes. Es una enfermedad silenciosa, que ataca órganos. Se levantó con fiebre, empezó a saturar mal. Y lo metí en un UBER contra su voluntad. No quería porque él sentía que si se internaba no volvía. Era un punto de quiebre donde a partir de ese momento empezaba a jugar una curva que no sabíamos cómo iba a terminar", sigue relatando Ana con la voz quebrada por el llanto.
Marcelo fue directo a la clínica Mount Sinai. "Me llama y me dice "están viendo de pasarme a terapia intensiva COVID", cuenta. A la semana, dio negativo y lo pasaron a una terapia intensiva común, donde allí le empiezan a fallar los órganos. "Estaba libre de COVID pero preso de sus consecuencias", precisó Ana.
"La última vez que lo vi bien fue cuando lo subí al UBER. Después lo volví a ver con la máscara bipap pero no podía hablar bien. Me escribía a cualquier hora de la madrugada, porque perdía el horario por el aislamiento", comenta conmovida y agrega: "Estoy angustiada. Es la primera vez que doy la cara desde que todo esto pasó... Para mí, Marcelo está. No me puedo imaginar que no esté. Es mi vida. Es todo para mí", concluyó la abogada, llorando, su testimonio en LAM.