Mientras transcurría un “Súper lunes” con marchas, concentraciones y cacerolazos en todo Chile, se sintió un fuerte sismo de magnitud 6.1 escala de Richter que sacudió la zona metropolitana de Chile.
Con barricadas en varios barrios de Santiago de Chile se inició el “súper lunes” de marchas y concentraciones en todo el país con las que los manifestantes chilenos exigen cambios económicos e institucionales, el motivo de una ola de protestas que ya dejó 23 muertos y miles de detenidos y heridos. Durante el transcurso de la manifestación, se registraron enfrentamientos entre los carabineros y los manifestantes en una nueva jornada de violencia.
Las congestiones de tránsito y desvíos en los servicio de transporte por las barricadas, que también se registran desde la madrugada en las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, se suman a una caravana de taxistas que desde tres puntos de encuentro en Santiago se desplazarán hacia el centro para exigir la renuncia de la ministra de Transportes, Gloria Hutt.
Mientras estaban las manifestaciones un fuerte sismo se sintió en la zona centro de Chile y en Mendoza, minutos antes de las 14.30, según confirmó el Ministerio del Interior y Seguridad Pública del país trasandino.
Según trascendió, el sismo sacudió algunos edificios del centro de Santiago, sin que hasta el momento se reportaran daños ni víctimas. De hecho, fuentes oficiales informaron que el sistema eléctrico opera con total normalidad. De todos modos, se vivieron algunas escenas de pánico en la capital, sobre todo por la duración del movimiento, mientras que en el balneario de Pichilemu la Policía salió a patrullar el lugar, que no habría sufrido mayores daños.
Después del sismo las protestas continuaron, ahora además reclaman una nueva Constitución, y se les pide a los legisladores que abandonen el tratamiento de proyectos que “sólo apuntan a profundizar las desigualdades”.