Diego Maradona falleció el miércoles 25 de noviembre y aun se siguen revelando secretos en torno a su persona. Apenas se difundió su deceso, causado por una insuficiencia cardíaca aguda, las especulaciones estuvieron a la orden del día. Constantemente surgen capítulos que le dan a esta historia una trama digna de una novela. Parte de su vida, ésa que estuvo guardada bajo siete llaves, empieza a salir.
En las últimas horas apareció un documento que Diego dejó firmado y causó sorpresa mundial. Más allá de las palabras, llama la atención que fue redactado muy próximo a la fecha en que se produjo su muerte. En Intrusos mostraron fragmentos de lo que fue su última voluntad. Con la fecha impresa, queda registrado que 43 días antes de su partida, él ya empezaba a pensar en el adiós.
“Autorizo a mi apoderado Dr. Matías Morla a llevar adelante todas las gestiones para la realización de un museo y muestra itinerante abarcativo de varios conceptos visuales, gastronómicos, venta de merchandising, y toda otra forma de muestra y expresión que refleje tanto mi exitosa carrera deportiva como mi vida personal”, comienza el escrito.
A continuación le da paso a lo que siente que se debe hacer con su cuerpo y su imagen post mortem. “Luego de un profundo análisis quiero manifestar mi voluntad de que luego de mi muerte, mi cuerpo sea embalsamado y exhibido en dicho museo, rodeado de mis máximos trofeos, objetos personales y recuerdos, para seguir recibiendo desde ese lugar el cariño de la gente”.
"Que mi cuerpo sea embalsamado y exhibido (...) para seguir recibiendo el cariño de la gente", manifestó Diego.
Otra cuestión que se señaló es que a Maradona no le gustaba hablar de la muerte. Sólo hizo referencia a esta cuestión en La noche del 10, en el programa en que se entrevistó a sí mismo. Era una puerta que no quería abrir, porque le daba mucho miedo pensar en el después.
Además, fiel a su costumbre, dejó todo organizado para que se diera algo que finalmente no le cumplieron. Él quería que el proyecto lo llevara adelante el productor artístico Javier Grosman. Se trata de la persona que creó Babilonia, un espacio de culto en los 90' y que además fue el impulsor de Tecnópolis.