Emiliano “Dibu” Martínez vive en Inglaterra junto a su esposa Mandinha y sus dos hijos, Santiago y Ava. En este país el arquero de la Selección argentina trabaja para el club Aston Villa, pero en sus tiempos libres se dedica a ser entrenador de su hijo mayor, quien sueña a sus cuatro años en vestir los colores albicelestes en la misma posición que su papá.
Este fin de semana Santi tuvo uno de sus entrenamientos junto a su padre quien lo filmó atajando un penal increíble, mostrando su pasión y sobre todo ganas de superarse día a día. Para el pequeño sin lugar a dudas su padre es su héroe y en los tan solo 15 segundos que dura la grabación puede vérsele la sonrisa de oreja a oreja al ver que pudo concretar el desafío que le propuso su padre.
Algo que remarcan quienes conocen Dibu Martínez es el gran parecido que tiene con su hijo y no solo en su aspecto físico sino también en su forma de ser siempre amable y divertida. Antes de que se lleve adelante la final del mundo contra Francia el niño le dijo a su padre una frase muy emotiva que luego de ganar la copa se haría viral: “Papá, solo te pido un partido más y después vamos a estar juntos para siempre, quiero que ganes el súper trofeo, el más grande del mundo”.
La difícil situación que vivieron Emiliano y Mandinha durante el parto de su hijo Santi
Emiliano Martínez y Amanda Gama, más conocida como Mandinha Martínez, se conocieron en el año 2013, cuando el actual arquero de la Selección argentina se encontraba desempeñando su labor en Londres. A los 4 años de relación y luego de convertirse en marido y mujer llegó a sus vidas Santi, su primer hijo. Sin embargo, muy pocas personas conocen la batalla que debieron transitar durante el parto.
“El embarazo fue hermoso, pero el parto, no”, explicó Mandinha en una entrevista a Jésica Cirio, que tuvo 30 horas de trabajo de parto debido a una mala atención de las autoridades sanitarias del país europeo.
“Fuimos a un hospital público. Me hicieron esperar todo ese tiempo hasta que el corazón de Santi se detuvo”, contó angustiada al recordarlo. “Me tuvieron que hacer cesárea de emergencia. Fue muy duro”, detalló la mujer sobre el momento de crisis que vivió al saber que podría perder a su hijo por nacer. Sin embargo, el niño pudo ser sacado del vientre y reanimado a tiempo, estando algunos días bajo control médico.