En el marco del Día Mundial del Braille, fecha que se celebra cada 4 de enero con el fin de crear mayor conciencia sobre la importancia del braille como medio de comunicación para la plena realización de los derechos humanos para las personas ciegas y con deficiencia visual.
Sobre esa línea, según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que aproximadamente 1300 millones de personas viven en todo el mundo con alguna forma de deficiencia de la visión. Sin embargo, hoy, gracias al ingenio de un niño francés, los invidentes puede disfrutar de este medio de lectura que permite mejorar la calidad de vida.
Quién es Louis Braille
En 1812, en la comuna de Coupvray, cerca de París, Francia, vivía Louis Braille, un niño que solía jugar en el taller en el que su padre fabricaba arneses. Motivo por el que no era raro que a los tres años de edad le atrajeran las herramientas con las que se trabajaba el cuero e, imitara lo que veía.
No obstante, como era de imaginarse, un día ocurrió un accidente que le cambiaría la vida a él y, unos años más tarde, a muchos otros. Es que, Louis al tratar de hacer un hueco en el cuero, la lezna se le resbaló de las manos y le perforó un ojo, lo que posteriormente le trajo más complicaciones y terminó dejándolo totalmente ciego a los cinco años.
Sin embargo, eso no fue un impedimento para que su padre no lo motivara a seguir estudiando. Fue entonces que a los 10 años Louis llegó a ser becado en el Real Instituto para la Juventud Ciega (RIJC) de Francia.Donde conoció a Charles Barbier, un capitán del ejército francés que llegó a compartir un sistema de lectura táctil desarrollado para que los soldados pudieran leer mensajes en el campo de batalla en la oscuridad.
Sistema Braille
En ese marco, a Louis se le había ocurrido que su "escritura nocturna", como la había llamado, podía ser de provecho para los invidentes. Aunque no le tuvieron Fe, Louis braille con los años logró crear su propio sistema en el que en lugar de utilizar letras impresas en relieve, la escritura nocturna usaba puntos y guiones en relieve.
El sistema no sólo no incluía ni mayúsculas o puntuación, sino que las palabras eran escritas como se pronunciaban en vez de con la ortografía francesa estándar, por lo que encontró resistencia a su modelo creado. Pero el persistió y lo siguió perfeccionando, para tres años más tarde cuando tenía 15 años, completar su nuevo sistema.
Aunque, en aquel entonces el mundo de la medicina era conservador y tardó en adoptar la innovación de Braille. Con el tiempo, el sistema se empezó a usar por todo el mundo francoparlante. Para 1882 ya estaba en uso en Europa y en 1916 llegó a América del Norte, y luego, al resto del mundo. Sin embargo, Louis Braille murió dos años antes de que finalmente empezaran a enseñar su sistema en el instituto en el que él había estudiado. Murió de una tuberculosis a los 43 años.
