El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, una fecha dispuesta para reflexionar en torno al recurso vital y escaso. Este año, en particular, la ONU invita a destacar el valor que tiene el agua en distintos aspectos de nuestra vida personal y colectiva, además de alertar sobre el aumento en la utilización del recurso.
Manuel Saurí, director ejecutivo de Proyecto Agua Segura, señala que “cada año que pasa nos alertan los números crecientes de desigualdad en el acceso al agua y del stress hídrico al que están sometidas algunas poblaciones, junto a la previsión que la comunidad científica hace sobre la crisis climática global, generando un riesgo para el sistema actual”.
La Organización Mundial de la Salud estima que en América Latina 50 millones de personas no tienen acceso a agua segura y 120 millones no disponen de servicios sanitarios. Tanto dicha organización como UNICEF coinciden en que este problema afecta especialmente a los sectores más vulnerables.
“El agua de vertientes contaminadas, las inundaciones y las sequías sostenidas, provocadas por el cambio climático, se traducen en enfermedades y muerte por la falta de tratamiento del agua. El valor del agua para una enorme porción de habitantes en el mundo es incalculable, ya que representa la posibilidad de llevar adelante una vida saludable para sus familias", detalla Saurí. E insiste en un dato alarmante: el agua sin tratamiento es la segunda causa de muerte en menores de 5 años.
En este contexto y conscientes de la distribución desigual del recurso, desde Proyecto Agua Segura llaman la atención sobre las consecuencias que la crisis climática expone en distintos rincones del planeta. "Las agrupaciones ambientales, la comunidad científica y un puñado de naciones responsables buscan estrategias para visibilizar e intervenir ante un final anunciado que, más temprano que tarde, impactará en el desarrollo global", afirman.
Según las Naciones Unidas, el 40% de los habitantes del mundo sufren la escasez de agua y se estima que para el 2025 la mitad del planeta tendrá dificultades para acceder al vital recurso. Si tenemos en cuenta que el 1% del agua de la Tierra es apta para consumo, podemos imaginar la relevancia que tienen las mujeres en la adquisición y gestión del agua siendo las responsables en 8 de cada 10 hogares del planeta de salir a buscarla.
Es evidente que las mujeres juegan un rol clave en este ámbito. Las mujeres son las principales responsables de las tareas de cuidado. Asimismo, suelen recaer sobre ellas las responsabilidades de limpieza del hogar, de la higiene y alimentación de sus hijos e hijas, parejas y hasta de los ancianos.
"Las mujeres están a la vanguardia y en la retaguardia de la mayoría de las organizaciones promotoras, se encuentran las mujeres. Comunicando, sensibilizando, trabajando, investigando, produciendo, multiplicando, articulando, hay jóvenes (y no tanto) que han decidido hacerse cargo de impulsar las transformaciones necesarias para construir una vida con igualdad y bienestar para sus familias y comunidades", señalan.
"La profundización de la crisis climática, aumenta día a día el tiempo que las mujeres deben dedicar a este tipo de tareas para acceder a un recurso elemental. De esta manera, las aleja del contacto con otras experiencias educativas que les permita un desarrollo personal más completo", explica desde Agua Segura y agregan datos contundentes: 2/3 de quienes no asisten a la escuela, son niñas y las mujeres representan el 70% de las personas más pobres del mundo.
"Las mujeres son referentes comunitarias que prefiguran relaciones sociales más igualitarias, solidarias y capaces de diseñar las estrategias colectivas más innovadoras para cuidar sus familias, sus escuelas y sus ciudades. En ellas radica gran parte de la respuesta por un mundo mejor, en el altruismo de construir con los pies en la tierra y con la mirada en el futuro", concluyen desde Agua Segura conscientes del rol clave que juegan las mujeres en relación al agua, recurso vital y escaso.