Con profundo dolor y a solo días del asesinato de su hija, Florencia, la mamá de Kim Gómez rompió el silencio. Con lágrimas y apenas pudiendo hablar, recordó aquel terrorífico episodio en el que su hija fue arrastrada durante varias cuadras por los delincuentes que robaron el auto familiar en La Plata.
"Que se haga justicia, Kim no fue la primera pero quiero que sea la última. Me la destrozaron a mi bebé. No puedo olvidar de sus imágenes", comenzó diciendo quebrada en llanto, junto a Marcos Gómez, el papá de la nena de 7 años.
Más adelante hizo un desgarrador pedido: "No nos dejen solos, queremos que nos ayuden en todo lo que puedan", y agradeció el tratamiento del caso hasta el momento y toda la posibilidad que ha tenido para ayudar a qué se haga Justicia.
Le preguntaron sobre qué le diría a los políticos del país, y Florencia con el corazón en la mano les suplicó: "Por favor, hagan algo. Muévanse, no dejen todo así como está y todos los padres que cuiden a sus hijos". Y siguió: "Tienen que hacer Justicia por Kim y por todos los nenes que pasaron por algo similar! Que paguen".
Tambien reveló que pudo mirar a los ojos a uno de los detenidos por el asesinato de Kim. "Lo vi cara a cara, no le dije nada, pero lo miré. Justicia es que los detenidos paguen", cerró.
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Por su parte, el padre de la criatura brindó más detalles sobre el encuentro cara a cara con el joven de 17 años, detenido por el asesinato de Kim y que se presentó en la primera audiencia en el Juzgado de Menores.
"Lo pude ver a la cara. Me quiero guardar para mí las cosas que sentí porque tuve muchas sensaciones feas, malas, inclusive, algunas hasta buenas", relató. Y agregó: "Es raro, es difícil. No le deseo a nadie pasar por esto. Le pude decir algunas cosas al chico y la verdad que me siento bien".
Ahora, espera poder también encontrarse con el otro delincuente de 14 años. "Vamos a hacer justicia, estoy seguro, pero no me voy a quedar ahí solo. Los chicos estos se van a tener que hacer responsables", sentenció.
Notablemente afectado expresó: "Hoy me encuentro vacío, siento que tengo que hacer algo por mi hija, para que no quede en vano. Me daría orgullo decir 'ah mira, este cambio fue por Kim', eso me daría paz".
Y cerró diciendo: "Lo difícil ahora es llegar a casa, pasar por la escuela. Ya no vamos a ir a buscarla a las actividades, queríamos que ella sueñe en grande".
